Con obras sobrefacturadas, algunas inconclusas y una millonaria deuda, así cierra el 2022 el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), institución que recibió la mayor cantidad de presupuesto para la inversión pública durante la administración de Mario Abdo Benítez. Según datos de inversión pública de Hacienda, de enero a setiembre del 2022 se destinaron US$ 556,6 millones a cargo del MOPC, que representa el 73% del presupuesto.
El Ministerio de Obras, que hasta agosto estuvo a cargo de Arnoldo Wiens, precandidato presidencial del oficialismo, cierra este año con una millonaria deuda con las vialeras, que asciende a US$ 400 millones y el escenario para ese sector se torna cada vez más complejo. Si el gobierno no empieza a cumplir con este compromiso asumido están en riesgo miles de empleos para fines del 2022, pues algunas obras podrían parar.
La Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (Capaco) expresó que hasta el año pasado brindaba empleo a unas 300.000 personas, pero esto se redujo a 260.000 empleados a junio, lo que representa 40.000 puestos de trabajo menos. De acuerdo con la Dirección de Administración y Finanzas del MOPC, solo el 50% de la deuda podría ser saldada este año, el problema no radica en la solvencia o liquidez, sino que no se ajusta el espacio fiscal para el pago.
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De pasarela de oro... al túnel de terror
En su gestión, Abdo Benítez pisó el acelerador para obras públicas, que ni siquiera paró con el encierro de la pandemia que golpeó al sector privado. Algunas obras siguen siendo muy cuestionadas como la pasarela de Ñandutí, también bautizada como “pasarela de oro”, que demandó US$ 2.000.000, el criticado cruce peatonal conocido como el “túnel del terror”, en el kilómetro 75,1 de la ruta PY02, en la ciudad de Eusebio Ayala (Cordillera), que se inundó con el primer aguacero.
Otro proyecto que sigue generando reclamos es el túnel del cruce Tres Bocas, por parte de los frentistas que piden al Gobierno el pago de los subsidios, afectados por meses de inactividad por el cierre del tránsito y la obstrucción para el comercio. En su momento el entonces ministro Arnoldo Wiens se comprometió a velar por el pago, pero nunca cumplió, en igual sentido lo hizo el actual ministro Rodolfo Segovia, y también hasta hoy siguen siendo un verso en saco roto.
El último golpe
Como si fuera poco, ahora el Gobierno pretende concretar un mazazo final con el costoso proyecto ferroviario del MOPC y Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) el cual genera serias dudas sobre su factibilidad. El oficialismo impulsa férreamente esta iniciativa que propone la firma directa de contrato con una empresa coreana, sin licitación previa y que tiene un costo estimado en US$ 587 millones que serán financiados como deuda del Estado paraguayo.
La propuesta inicial era hacer una licitación y no incluir un millonario préstamo. Hubo 26 empresas que se presentaron con el financiamiento para este importante proyecto por lo que todo estaba encaminado para hacer una convocatoria pública. Roberto Salinas, expresidente de Fepasa, había informado de esto a Mario Abdo Benítez cuando dejó el cargo en abril del 2019, sin embargo, el jefe de Estado, optó por introducir sustanciales cambios a la iniciativa que hoy son objeto de numerosas críticas.
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Los ejes prioritarios de todo gobierno deberían ser seguridad, educación y salud. Sin embargo, la administración de Abdo Benítez optó por priorizar las inversiones curiosamente hacia el asfaltado de las rutas, donde, según fuentes, el hecho que las empresas recurran como proveedora a la empresa Almacenamientos y Distribución de Asfaltos SA (Aldia), firma declarada por el presidente de la República como suya, facilitaba el acceso para obtener las licitaciones.
Aldia SA, se convirtió en la principal proveedora de asfalto de las constructoras con multimillonarios contratos con el Estado, principalmente en el MOPC, todo esto mientras Wiens era ministro y la mayoría de los demás rubros se veían obligados a cerrar por la pandemia y dejando sin empleo a miles de paraguayos.
Notable incremento
De cifras de compra de asfalto que no superaban los US$ 1.000.000 al año, según las estadísticas registradas en el sistema Sofía de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), las importaciones del insumo básico en la construcción de rutas se incrementaron 450% entre el 2018 y el 2021. De G. 23.515 millones en importación de asfalto en el 2018, las compras de la firma fundada por el jefe de Estado treparon a G. 127.206 millones en el 2021.
A la crisis política que atraviesa el país se suma la económica a raíz de la crisis laboral y la notoria disminución de ingresos monetarios en la población en general. Las inversiones de este gobierno se traducen en más paraguayos sumidos en la pobreza, considerando que al inicio del gobierno de Abdo Benítez había 1.680.000 personas en situación de pobreza y al cierre del 2021 la cifra ascendió a 1.950.000, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
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