El arquitecto Gustavo Masi, exdirector de Infraestructura del Instituto de Previsión Social (IPS), expresó que el gobierno del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, desde un inicio apuntó a la instalación de una rosca para favorecer a su grupo social, familiar y político, principalmente desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), liderado en su momento por el actual precandidato a mandatario por el oficialismo, Arnoldo Wiens.

“Esto es terrible y muy triste. Como profesional puedo decir que conozco desde hace mucho tiempo cómo se viene manejando el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, siempre fui un crítico sobre el manejo de esa cartera del Estado y más ahora me reafirmo porque la igualdad de oportunidades para las empresas no existió”, sostuvo.

Las declaraciones de Masi surgieron tras tomar estado público que un total de 5 empresas vinculadas de manera directa al presidente de la República fueron favorecidas con millonarias adjudicaciones desde la cartera de Obras Públicas.

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Las mimadas del gobierno de Abdo son la constructora Ocho A de Luis Alberto Pettengill; Constru­par SA, representada por Car­los Benítez, Cinthia Benítez, Guillermo Mas Metz y Sergio Rubén Samudio; CIV SA, de Isacio Vallejos; CDD Cons­trucciones SA, que es la contratista de César Daniel Del­gado, y EDB Construcciones, del empresario Enrique Díaz Benza (exsuegro de Marito Abdo Benítez). Todas ellas deben necesariamente comprar una cierta cantidad de asfalto de la empresa del mandatario.

“Nos quedamos cortos con las empresas (amigas) que tienen muchos contratos. Existen varias empresas paraguayas, medianas y pequeñas, que quieren trabajar, pero no pudieron, se deberían consorciar y de esa forma crecer. Las empresas de provisión de asfalto que se quieren vender por quiebras y las otras que no facturaron nada nos dan la pauta de cómo se manejó al Estado en este gobierno”, mencionó en una entrevista con el programa “La caja negra”, emitido por Unicanal.

A la lista se suma la empresa distribuidora de asfalto Aldia SA, perteneciente al propio presidente, quien logró sacar la mayor tajada de dinero público durante el conflicto sanitario y económico generado por la pandemia del COVID-19.

Gustavo Masi, arquitecto. Foto: Gentileza.

Rosca mafiosa perfeccionada

Así también, Masi aseguró que incluso la rosca mafiosa fue perfeccionada desde el Gobierno debido a que, casual­mente, las empresas mimadas que más contratos tienen con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones son las que compran el asfalto de Aldia.

“¿Cómo es posible que en el llamado de las licitaciones figure que uno con el anticipo ya debe pagar el asfalto? Esto es una locura, no se tuvo que haber colocado esta condición; es decir, ya estaba muy bien armado el esquema para que los fondos que las empresas vialeras reciban tengan que ir directamente en el anticipo. Más de 500.000.000 de dólares se les dio a las empresas constructoras”, remarcó.

Millonarias deudas

Por otra parte, el arquitecto mencionó que se vuelve sumamente sospechosa la gestión de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas al permitir que desde el MOPC se hayan impulsado convocatorias a licitaciones para la construcción de obras sin que se encuentren asegurados recursos económicos.

“Me llama poderosamente la atención un organismo que es el que tiene que dar vía libre a que prosigan los procesos licitatorios; es decir, la Dirección de Contrataciones Públicas, si uno no posee presupuestos, cómo es posible que le hayan dado código de contratación. Siempre es muy necesario que se aseguren los recursos, todo este mejunje de problemas que estamos viviendo será pagado por los ciudadanos, el pato de esta boda será costeado por todos, no por Wiens o Marito”, puntualizó.

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