Durante la pandemia de COVID-19, el presidente Mario Abdo Benítez firmó varios decretos que establecían la suspensión de diversas actividades en el marco de la Emergencia Sanitaria, a excepción de las obras públicas, lo cual se dio en coincidencia con el sideral aumento patrimonial que sufrió su empresa distribuidora de asfalto. Solo en el año 2021, sus utilidades aumentaron 1.290% en relación con el 2017.
Como parte de las medidas establecidas por el Gobierno Nacional tras la llegada del COVID-19 a Paraguay, se dispuso el confinamiento de millones de compatriotas en sus casas, así como la paralización de diversas actividades y la restricción en la movilidad, entre otras cuestiones.
Dicha situación no solo trajo consigo considerables pérdidas económicas a varios sectores que se vieron imposibilitados de seguir operando, sino también una sensación de hartazgo en la ciudadanía por el hecho de no poder desarrollar sus actividades cotidianas con normalidad.
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Entre las excepciones establecidas por el Poder Ejecutivo durante la pandemia se encuentran las obras públicas, que a pesar de la situación epidemiológica continuaron avanzando en varios frentes de trabajo. Esto puede comprobarse en el Decreto Presidencial N° 3456 firmado por el presidente Mario Abdo Benítez “Por el cual se declara Estado de Emergencia Sanitaria en todo el territorio nacional para el control del cumplimiento de las medidas sanitarias dispuestas en la implementación de las acciones preventivas ante el riesgo de expansión del Coronavirus (COVID-19)”.
En su artículo 6, menciona que “el cumplimiento del presente Decreto no afectará a las obras públicas en ejecución, cuya continuidad estará sujeta a la observancia de los protocolos sanitarios vigentes”.
Este fue el primero de varios decretos similares en los que Abdo Benítez estableció una serie de disposiciones para evitar la propagación del virus, aunque sin dejar que las obras impulsadas bajo su administración se paralicen, bajo el argumento de “promover el desarrollo del país y seguir generando mano de obra para dinamizar la economía”.
Dicha situación se da en coincidencia con el sideral incremento patrimonial que favoreció a la empresa distribuidora de asfalto perteneciente al mandatario y que es administrada por su hijo, Mario Abdo Díaz Benza. En tan solo un año (2021), las utilidades de la firma aumentaron 1.290% en relación con el 2017.
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Almacenamientos y Distribución de Asfaltos SA (Aldia), firma que figura en las Declaraciones Juradas de Bienes y Rentas presentadas por Mario Abdo hasta asumir el cargo, registró un aumento del 450% en sus valores de importación en años de fuerte crisis económica por la pandemia, además de generar millonarias utilidades en tiempos en que las empresas no dedicadas al rubro “de oro” promovido desde el Gobierno pasaron mal, muchas incluso tuvieron que cerrar.
Aldia es la principal proveedora de asfalto de las constructoras con multimillonarios contratos con el Estado, principalmente en el MOPC. En el año 2021, dicha firma generó utilidades netas de G. 92.647 millones, muy de la mano con el aluvión de licitaciones para obras de rutas.