De cara a las internas partidarias, el precandidato a la presidencia de la República Sebastián Villarejo manifestó que constituye un error muy grave que los aspirantes al Ejecutivo no accedan a ningún tipo de debates para ofrecer alternativas a los electores entre los proyectos de gobierno que puedan brindar. Del mismo modo, tildó de peligrosa para la democracia la falta de intercambio de pareceres y posturas que existe en el marco de las elecciones.
“Parece que ahora el debate político se centra en ver quién tiene más operadores políticos, diputados, senadores y no se dan cuenta de que la falta de un debate real solo ponemos en peligro a la democracia porque queda un montón de personas que no tienen ningún tipo de empatía con las bases. Y de seguir en este ritmo, la gente podría llegar a creer a cualquier populista mesiánico”, sentenció el precandidato en contacto con la 650 AM.
Al respecto, señaló que Efraín Alegre, por ejemplo, fue solicitado de manera reiterada para que participe de un debate en el sector opositor, pero el precandidato nunca accedió a formar parte de algún foro siquiera. Para Villarejo, quien aspira a convertirse en el próximo presidente de la República, debe mostrarse receptivo ante este tipo de propuestas, por el simbolismo democrático y electoral.
“Incluso yo llegué a participar de más debates junto a Santiago Peña, mientras que otros evitaron o rehuyeron de esos espacios. Si se quiere confrontar ideas y determinar cuáles son las posturas de los demás precandidatos, se debe acceder a este tipo de debates porque se revuelve el escenario y la ciudadanía puede mirar y ser partícipe de lo que está pasando”, refirió Villarejo, puntualizando que la indiferencia ante un espacio de contienda solo habla de quien lo evita.
Asimismo, sentenció que resulta muy peligroso lo que quieren asegurar algunas cúpulas, al pretender que las elecciones sean definidas por los operadores políticos, frente a los números de electores que pueden marcar la diferencia. Así, manifestó que el número de personas habilitadas para sufragar se encuentra cerca de los 5 millones, ante lo cual se debe demostrar que efectivamente los electores independientes son más que la estructura movilizada de partidos que ni siquiera se presentan al debate.
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