El precandidato a presidente de la República por el movimiento Honor Colorado, Santiago Peña, indicó que es un soñador, que anhela lograr un Paraguay mejor, porque es un convencido que es un país maravilloso, de gente noble, trabajadora, gente que heredó de la cultura guaraní; y uno de los aspectos más importante es la fe que ya proviene de esa cultura ancestral.
En ese sentido, destacó que Paraguay es un país de gente cercana, cálida, solidaria y que la familia es el núcleo central de toda la sociedad, remarcando que se siente muy identificado con ese sentir.
Durante una entrevista en el programa “Desde la Fe”, de canal GEN/Nación Media, que se emitió de forma especial este 8 de diciembre, día en que la feligresía católica celebra el Día de la Virgen de Caacupé, el precandidato aprovechó para compartir su experiencia familiar, destacando en primer lugar que aún cuenta con la bendición de tener a sus padres vivos, don José María, de 79 años, y Ana María, de 75 años, ambos con muy buena salud y disfrutando con la familia.
“Mi papá es un sabio consejero para mi, siempre la voz de aliento, de mantenerme en el camino correcto. Luego mi familia más cercana, Letty, Gonzalo y Constanza. En pocos días más van a ser 25 años que tomamos el compromiso de estar juntos, formar una familia juntos. Realmente muy contento de verle crecer a Gonzalo, que el año que viene se va casar, porque ya está comprometido y busca formar su propia familia. Constanza que, con apenas 17 años, rápidamente se está convirtiendo en una señorita con todos los desafíos para un padre. Me siento muy orgulloso”, acotó.
Gonzalo, su mayor crítico y confidente
De la relación con su hijo mayor, Gonzalo, resaltó que se llevan 18 años de diferencia y que siempre le recuerda de que son un equipo. Destacó que con su hijo tienen mucha confianza, porque es su mejor amigo y confidente, así como es su mayor crítico.
“Creo que es la única persona que me dice las cosas con crudeza y dureza, yo sé que lo dice desde el afecto más profundo que puede tener. Mientras que Letty es la que se encarga que todo funcione, esa es la realidad, y Constanza es mi vida, la luz de mis ojos. Tengo que reconocer que creí que no era un papá celoso, pero me está costando, y le veo a Constanza creciendo y madurando y me está costando”, comentó.
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Peña agradeció el apoyo que le brinda su familia en su vocación de servicio público y que espera poder retribuirles todo en los próximos años; cuando se ve compartiendo ya con nietos.
Fe paraguaya
Por otra parte, el precandidato habló de lo que significa para los paraguayo la fe y precisó que en esta segunda temporada de campaña presidencial conoció más la fe de los paraguayos, hecho que refuerza aún más la concepción que tiene de Paraguay como país maravilloso y de su gente.
Recordó su visita a Buenos Aires, sobre todo al barrio Barracas, una comunidad de inmigrantes, muchos de ellos paraguayos; indicó que llegó a una capilla que venera a la Virgen de los Milagros de Caacupé y allí el sacerdote argentino le manifestó que tal vez no dimensionaba lo que significa para los paraguayos esa fe, que le permite trabajar mucho más para mantener a los jóvenes alejados de los vicios, enfocados en el progreso y en la idea de estar mejor.
“Por más de que somos un Estado laico, que separa las cuestiones del Estado y la Iglesia católica, no podemos desconocer que la cercanía que tiene el pueblo paraguayo con su fe es lo que le permite progresar, esa esperanza de que el futuro puede ser mejor y que debe ser mejor es lo que nos permite proyectar a ese Paraguay mejor”, indicó.
Evitar cometer errores de otros
El precandidato Peña indicó que buscará evitar cometer los mismos errores que cometieron otros. Mencionó que no tiene dudas, que en el proceso de intentar hacer las cosas puede llegar a equivocarse, ya que es parte del proceso, pero insistió que su motivación será siempre la correcta, construir un Paraguay mejor y alentar a otros a seguir haciéndolo.
“Cuando la motivación sea ganar dinero o ganar reconocimiento, o simple mandar, ese día no vale la pena. Yo me cuestiono y soy muy crítico conmigo mismo y constantemente me cuestiono cuáles son mis motivaciones. Soy honesto con la gente y conmigo, la honestidad no es solo no robar o no mentir, también tiene que ser de propósito. En esa honestidad de propósito es importante conocer la historia y aprender de la historia y de los errores que cometieron otros, a fin de no cometer los mismos errores”, concluyó.