Luego de una semana de que se hallara el cuerpo sin vida del ex fiscal antidrogas Javier Ibarra, el casero Máximo Torres brindó detalles de cómo encontraron el cuerpo de su expatrón junto con la empleada doméstica Aida María Villalba, quien está imputada y detenida. Al respecto, aseguró que ninguno llegó a tocar el cuerpo, pero indicó cuáles son sus sospechas del porqué la mujer dio positivo a la prueba de antimonio.
Al respecto, el casero Torres mantuvo una entrevista con radio 1080 AM, en la que señaló que su principal sospecha es que la señora Villalba llegó a contaminarse luego de alzar en sus brazos a la mascota del exfiscal, un perro de la raza bulldog francés, a la que encontraron extrañamente en la calle y por ello Aida María Villalba la subió en sus brazos, ya que es muy cariñosa.
Planteó la posibilidad de que el animal pudo haber lamido u olfateado a su dueño o sus pertenencias luego de su muerte y que de ahí el animal quedó contaminado con el químico que luego transfirió a la mujer. “La perra no debía salir a la calle porque es una bulldog. Cuando llegamos a la casa, la perrita estaba en la calle, entonces Aida inmediatamente le alzó. La perra salió porque no se cerró bien el portón basculante”, comentó.
Por otra parte, comenzó relatando cómo se dieron los hechos en la mañana del 25 de noviembre. Indicó que poco antes de las 7:00 de la mañana le llamó la señora Noelia Neumann, exesposa de Ibarra, y le pidió el favor de ir a despertar al señor Javier, ya que vive a solo una cuadra de la casa del exfiscal. “Haceme pues el favor y despertale a Javier porque parece que se quedó dormido, ya le llamé varias veces y no atiende. Mi función era ir a despertar a don Javier”, relató.
Luego mencionó que cuando estaba llegando a la vivienda del exfiscal, vio a los pocos metros que también estaba llegando la trabajadora doméstica Aida María Villalba y que ambos estuvieron juntos en todo momento hasta la llegada de las autoridades. “Yo fui como para despertarlo, pero como vi que estaba llegando la empleada para trabajar, le esperé, estaba como a 15 metros. Yo quería tocar el timbre nomás, ella abrió el portón del servicio”, precisó.
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Ratificó que ingresaron juntos dentro de la casa y que encontraron la puerta de la cocina comedor semiabierta. “Lo que hice fue empujar un poquito la puerta y ahí lo encontramos, tendido en el piso, boca arriba, pero no creí que estaba muerto. Me acerqué y ahí me di cuenta que estaba muerto. No era necesario entrar mucho a la casa, porque el cuerpo estaba a 3 metros de la puerta”, indicó.
Luego de notar que el cuerpo ya estaba sin vida, le pidió a la mujer que retrocedieran del lugar y ambos salieron a la calle para hacer los avisos pertinentes. Informó que primero se comunicó con la exesposa, luego a una hermana de Ibarra y, por último, dio aviso al 911 de la Policía Nacional. Como le solicitó la ubicación GPS y como no sabía cómo enviar, le pidió a la empleada que envíe desde su celular.
“Él estaba boca para arriba y tenía dos manchas a la altura de la sien, que parecían moretones y luego había sido supe que eran hoyitos. No había nada de arma, lo único que vi que estaba a un metro y medio era su teléfono, estaba sonando y una caja de cigarrillo porque él fumaba mucho”, prosiguió.
Añadió que la indicación que le dio a Aida Villalba (trabajadora doméstica) es de retroceder, de no tocar nada. “Ella del susto casi se desmayó. Ella no tocó nada, porque estaba detrás mío”, enfatizó. Luego comentó que tras la comunicación con la señora Noelia Neumann le indicó que se queden ahí que en breve iban a llegar. “Cuando llegaron todos, los mismos policías nos pidieron que salgamos, pero nosotros estábamos siempre afuera. Me sorprende la acusación contra Aida, ella trabajaba antes con el padre de don Javier, luego pasó a trabajar con él. Siempre fue muy independiente y responsable”, concluyó.
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