El concejal asunceno Álvaro Grau fue uno de los primeros representantes municipales que se opuso firmemente a que los restos de Osvaldo Villalba, líder del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), sean enterrados en el Cementerio de la Recoleta. El edil presentó un pedido para que el municipio retire dicho permiso, con el respaldo de la Junta Municipal.
Grau destacó que si bien él no se encontraba en conocimiento inmediato de que los restos de Villalba serían depositados ahí, apenas estuvieron en conocimiento la negativa fue rotunda. “En ningún país serio se le permite a un criminal como Osvaldo Villalba ser enterrado en un cementerio municipal”, remarcó en comunicación con La Nación/NaciónMedia.
“Vamos a trabajar en protocolo o legislación que pueda evitar que esto vuelva a suceder porque es necesario que nosotros podamos estar previendo esto, ya que cuando vuelva a pasar algo similar tenemos que estar precautelando todo”, comentó el concejal.
Por otro lado, Álvaro Grau aseguró que tanto el Cementerio de la Recoleta como el del Sur y el Este están bajo la responsabilidad y guarda del municipio de Asunción, por lo que si bien actualmente no se encuentran regulados, este proceso se dará acatando el pedido del intendente.
Adelantó que la mencionada regulación debe estar enmarcada dentro del plan regulador de la ordenanza tributaria y dentro de la ley orgánica municipal, anticipando que desde el municipio se puede dar una orden de quién ingresa o no al mismo.
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“Hoy los cementerios públicos no tan títulos de propiedad, lo que dan son usufructos. Una persona puede tener un panteón en el cementerio, pero lo que se le entrega es un usufructo, pero esa persona no es propietaria, lo que se paga es un canon por usufructo. Entonces el usufructo se puede deshacer o rever con base en el pedido o la voluntad de alguna de las partes, nosotros seguimos siendo propietarios de los espacios donde están los panteones”, aclaró Álvaro Grau.
El líder del EPP fue abatido el domingo pasado en un enfrentamiento con la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en Cerro Guazú (Amambay), luego que Osvaldo Villalba torturara y asesinara a dos líderes indígenas. El martes, el ingreso del féretro al penal de Buen Pastor donde está recluida su hermana Carmen generó un bochorno que le valió el cargo al ministro de Justicia, Édgar Taboada, nombrado ocho horas antes. El ataúd fue ubicado en el panteón de la madre de Daisy Irala, abogada de Carmen Villalba, recluida desde 2003 por el primer secuestro del EPP.