Desde el sindicato penitenciario del Ministerio de Justicia indicaron que no existe ninguna legislación o protocolo que regule el ingreso de un féretro a las penitenciarías. Explicaron que el pasado martes 25 de octubre, cuando el ataúd de Osvaldo Villalba fue llevado hasta el Buen Pastor a pedido de su hermana, Carmen Villalba, no se aplicaron ni siquiera medidas de seguridad y que se puso en riesgo no solo a todo el penal, sino también a todo lo que se encuentra en los alrededores.
“No está legislado en ninguna norma, no existe esta situación en alguna norma que pueda regular nuestro sistema”, afirmó Eli Millan, miembro del sindicato, en comunicación con la 1020 AM. Agregó que la Ley N° 5162 establece en su artículo 129 que se podrán otorgar permisos a los reclusos en caso de que tengan un pariente en grave estado de salud o que haya fallecido, sin embargo, no se menciona el ingreso de un féretro al penal.
Explicó que el mencionado artículo no se aplica cuando se trata de un recluso de alta peligrosidad como lo es Carmen Villalba, quien es una de las principales integrantes del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
“Lo que se debería haber hecho es solicitar mediante un juez y que él otorgue el permiso en todo caso, pero jamás permitir el ingreso de un ataúd que no se sabía ni qué contenía dentro”, cuestionó la funcionaria quien advirtió que 450 internas, sumado a 250 funcionarios, fueron expuestos ante esta riesgosa situación.
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“Eso si vamos a tener en cuenta solamente el lugar, porque en los alrededores tenemos el centro penitenciario de menores, el centro de estudios penitenciarios, ahí no hubo protocolo, tuvo que estar presente personal antibombas y se hubiera realizado un cordón que resguarde la zona, vimos que no hubo protocolo por la transmisión casi en directo de cómo se hizo todo el procedimiento”, aseveró.
Así también, lamentó que las autoridades del Ministerio de Justicia y de la penitenciaría hayan cedido ante la extorsión de Villalba, quien amenazó con realizar un motín si es que no se le concedía su pedido. “Es preocupante y bochornoso, desgraciadamente tuvimos autoridades que se arrodillaron ante la petición de esta persona”, lamentó Eli Millan.
A su vez, recordó que esta misma situación ocurrió en el 2010, cuando también por pedido de Carmen Villalba se permitió el ingreso del féretro de su hijo, pero que en ese momento por lo menos se verificó lo que había dentro del ataúd. “Hoy se trata de justificar mediante un antecedente que propició la misma Carmen Villalba hace 12 años; esta vez usó las mismas prácticas de presión para hacer arrodillar a las autoridades de turno que cedieron ante su exigencia”, cuestionó.