El candidato presidencial Euclides Acevedo calificó como “verdadero bochorno” que el Gobierno haya cedido este martes pasado ante el chantaje del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) para beneficiar a su fundadora Carmen Villalba, recluida en Buen Pastor, con el ingreso al penal del ataúd de su hermano Osvaldo Villalba, abatido el domingo último por fuerzas de seguridad luego de torturar y asesinar a líderes indígenas.
“Me dejó perplejo la situación. Me parece absolutamente inadmisible e inentendible que se lleve a un muerto a la cárcel para que su pariente le despida. ¿Qué tuvo que haber pasado para que suceda lo de ayer? Es un verdadero bochorno para un Estado soberano porque no se puede ceder bajo ningún concepto ante el chantaje de un prisionero, porque quiere decir que nuestro sistema penitenciario está bajo sospecha”, sentenció para la 780 AM.
Del mismo modo, cuestionó los verdaderos motivos existentes que derivaron en la aceptación del chantaje de una criminal como Villalba, recluida desde desde 2003 por el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi en 2001, el primer secuestro del EPP. Al respecto, Acevedo puntualizó que resulta poco probable que simplemente se hayan doblegado ante una amenaza de amotinamiento orquestada por la reclusa.
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“Esto es un verdadero insulto para las víctimas del EPP, sin mencionar que resulta inadmisible que un criminal decida o no sobre su propio traslado. El sistema penitenciario hace agua por todas partes porque la escena y el espectáculo es de bochorno y perplejidad”, sentenció el excanciller, cuestionando también que se haya retrocedido en el traslado de Carmen Villalba por su negativa.
Por otra parte, exponiendo la manera en la cual el Estado pareciera actuar de manera diferente con criminales como el EPP, Acevedo contó que cuando estuvo preso en la época de Stroessner falleció su padre, quien era excombatiente. Ante eso, su madre pidió permiso de una hora al entonces ministro del Interior, Sabino Augusto Montanaro, para que pueda despedir a su papá, pero le negaron; a diferencia de lo que ocurrió ayer, llevando el féretro a la cárcel para que su pariente lo despida.