Beatriz Denis, hija de Óscar Denis, lamentó que el Gobierno haya cedido ante la presión de miembros del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Foto: Nadia Monges.
“El Gobierno se prestó a ponerles el escenario que ellos quisieron”, cuestiona Beatriz Denis
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Beatriz Denis, hija del exvicepresidente de la República Óscar Denis, quien lleva dos años en cautiverio en manos del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), se pronunció sobre el hecho registrado el pasado martes 25 en horas de la tarde cuando se dejó ingresar el féretro de Osvaldo Villalba al penal del Buen Pastor, esto bajo las amenazas de su hermana Carmen Villalba de realizar un motín.
“El Gobierno se prestó a ponerles el escenario que ellos quisieron y esto es incomprensible para nosotras, si realmente ella exigió, no sé en qué posición estaría para exigir algo al Gobierno”, lamentó. La vocera de la familia Denis calificó este hecho como algo muy doloroso, no solo para su familia, sino también para los familiares de Edelio Morínigo y Félix Urbieta, quienes hasta la fecha tampoco tienen datos sobre el paradero de los secuestrados.
“Es realmente muy triste, una bofetada más que nos dieron a toda la familia de los secuestrados y también a toda la sociedad realmente, no se puede entender en qué momento y por qué se romantizó al terrorismo, esto es insultar la memoria de las víctimas del EPP”, señaló en comunicación con la 650 AM.
Cuestionó la poca capacidad de las autoridades y del exministro de Justicia Édgar Taboada, quien solo había asumido horas antes al cargo y cedió ante el pedido de Carmen Villalba. “Cuando se va a poner autoridades al frente de una institución se debe ver la capacidad de las mismas, no pueden estar sujetos al cháke y entonces ellas ceden ante cualquier presión”, puntualizó y añadió que se debería establecer un protocolo para este tipo de eventos.
“El Gobierno dijo siempre que no podía negociar con criminales al punto que cuando se recibía la nota de los secuestradores, cuando se pedía de la liberación de ella misma (Carmen Villalba), el Gobierno decía no podemos negociar con terroristas y criminales, ¿qué hicieron ayer?, fue una orden o una negociación”, señaló Beatriz Denis, quien añadió que en todo caso se hubiese permitido el ingreso del féretro de Villalba, solo si Carmen brindaba algún tipo de información sobre los secuestrados.
Lamentó que se haya tenido esta consideración con Carmen Villalba, dado que esta nunca accedió a hablar con ella ni con su familia. “Varias veces intentamos hablar con Carmen Villalba, pero ella se negó, al igual que Laura (recluida en el penal de Encarnación). No pueden ellos marcar la ruta al Gobierno, debería ser al revés, hoy es Buen Pastor y anexo salón velatorio”, aseveró la hija del exvicepresidente.
En este contexto hay que señalar que Osvaldo Villalba, considerado líder del EPP, fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) el pasado domingo durante un enfrentamiento en la zona del Cerro Guazú, departamento de Amambay, junto a otros dos miembros del grupo terrorista tras asesinar a dos indígenas.
Secuestro de María Edith: se cumplen 23 años del plagio que marcó el inicio del EPP
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Este sábado 16 de noviembre se cumplen 23 años del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, quien fue tomada en el interior del parque Ñu Guasu y su liberación se registró 64 días después. En aquel año la palabra secuestro marcaba la agenda del país y las autoridades del Gobierno de entonces no pensaron que este hecho marcaría el comienzo del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
María Edith, quien para sus amigas era Nika, iba normalmente a realizar caminata en horas de la mañana en el parque Ñu Guasu y ese día no fue la excepción. En su recorrido diario pasó a buscar a su amiga Elizabeth Gunther de Niedhammer. Ambas no se imaginaban que la camioneta en la que estaban circulando era seguida por un grupo de delincuentes que perpetrarían el secuestro.
Luego de realizar la caminata correspondiente por el parque, María Edith y su amiga iban con normalidad hasta el estacionamiento, eran las 9:15 aproximadamente cuando de forma repentina y abrupta fueron sorprendidas por tres personas fuertemente armadas que de forma muy violenta hicieron subir a María Edith a su propia camioneta, mientras que la amiga fue separada de ella y los secuestradores se dieron a la fuga.
Ante lo sucedido Elizabeth Gunther, amiga de María Edith, llamó de inmediato al esposo de la secuestrada, el ingeniero Antonio Debernardi, a comunicarle lo sucedido. El esposo de María Edith denunció el hecho y las autoridades iniciaron la investigación correspondiente.
Pasaron horas del secuestro y la fiscal de Luque Rosa Noguera realizó 20 allanamientos y la Policía Nacional realizaba sobrevuelos en helicóptero en las inmediaciones de Ñu Guasu. A las 11:00 del mismo día la Policía Nacional halló la camioneta de la víctima en cercanías del Club Internacional de Tenis, pero nada se sabía de la misma y sus secuestradores.
Una de las fotos remitidas por los secuestradores como prueba de vida. Foto: Archivo
Liberación
Pasaron 64 días y los secuestradores habían entregado las pruebas de vida a la familia que fueron dos fotos. Tras ese hecho se llevó a cabo el primer pago de USD 400.000 que se realizó el 14 de enero de 2002, mientras que el segundo para completar el dinero solicitado fue el 18 de enero del mismo año. El 19 de enero de 2002 Antonio Debernardi recibió la llamada esperada donde se le comunicaba que su esposa sería liberada.
Los secuestradores de María Edith hicieron que la mujer se vista con ropas de hombre. Le taparon los oídos con algodón y los ojos con curitas, le pusieron un kepis, lentes oscuros y la alzaron a un vehículo en marcha.
Posteriormente los secuestradores dejaron a la víctima sobre las calles Coronel Cabrera y Santa Teresa de Asunción, donde se encontró con su familia. María Edith pudo reconocer a Carmen Villalba y Alcides Oviedo, líderes del EPP, como los responsables del secuestro. Igualmente saltaron otros nombres que fueron procesados por el mismo hecho.
Condenados
José Tomás Rosa, su esposa Nidia Espínola y De los Santos Saldívar fueron los primeros condenados por el caso. Rosa fue asesinado en enero del 2011. Por su parte, Alcides Osmar Oviedo Brítez, Carmen María Villalba Ayala y Aldo Damián Meza Martínez fueron condenados a 18 años de prisión. Sin embargo, siguen prófugos Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, quienes actualmente están refugiados en Finlandia.
Durante un procedimiento de control en la zona de ingresos, personal de la penitenciaría de mujeres Buen Pastor, con el acompañamiento de agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), logró detectar que una mujer intentaba ingresar al penal con una importante cantidad de droga oculta en su cuerpo.
La ahora detenida fue identificada como Soledad Simberli, de 20 años, quien llegó al lugar supuestamente para visitar a una reclusa. Durante el control de rutina se pudo constatar que la mujer traía ocultos dos paquetes de droga en zonas íntimas de su cuerpo y se procedió a una inspección general.
En total fueron detectados 60 gramos de pasta base, más conocida como chespi, que equivaldrían a unas 400 dosis de la sustancia y 15 gramos de cocaína. Tras confirmar la pureza de la droga el fiscal del caso Luis Said dispuso la detención de la joven y la incautación de las evidencias.
Ahora se trabajará con los datos obtenidos para poder identificar si se trata o no de un esquema organizado de ingreso de drogas al penal, atendiendo quién sería el receptor final en el interior del lugar. Hay que destacar que ante intentos similares ya se había tomado la determinación de fortalecer los controles de seguridad y contar con el apoyo interinstitucional de la Policía y la Senad, de forma a que los mismos sean más efectivos.
Este tipo de casos muestra la lucha que se encara desde las diferentes instituciones para evitar el ingreso de estos productos ilícitos a los centros de reclusión, donde el consumo de estupefacientes puede ser uno de los detonantes para peleas entre reclusos, lo cual pone en riesgo la seguridad general del lugar.
En total fueron detectados 60 gramos de pasta base, más conocida como chespi, que equivaldrían a unas 400 dosis de la sustancia y 15 gramos de cocaína. Foto: Gentileza
En el Buen Pastor, los instructores enseñan sobre técnicas que combinan relajación, meditación, respiración, posturas y ejercicios inspirados en el Hatha yoga, Pranayama y Yin yoga. Foto: Archivo
Mujeres privadas de su libertad participan en talleres de yoga como parte de su tratamiento
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Como parte de sus programas y proyectos de rehabilitación y reinserción social, el Ministerio de Justicia anunció la incorporación de terapias de yoga en el Centro Penitenciario de Mujeres “Casa del Buen Pastor”.
Desde la cartera de Justicia explicaron que la experiencia es desarrollada por AUM Yoga Wellness Lab, con técnicas centradas en factores psicológicos profundos y consecuencias conductuales como una alternativa para la rehabilitación y transformación de mujeres privadas de libertad.
“Bajo la denominación del programa “Refugio interior”, se programó un calendario de talleres de yoga distribuidos en ocho días con dos horas de sesiones, entre el 14 y 29 de octubre, experiencia donde los instructores enseñan sobre técnicas que combinan relajación, meditación, respiración, posturas y ejercicios inspirados en el Hatha yoga, Pranayama y Yin yoga”, indicaron.
También informaron que la instructora acreditada en terapéutica de yoga Marcela Romero será la encargada de brindar las clases presenciales. La profesional está acompañada de otros expertos, quienes revelan que esta actividad puede ser aprovechada por muchas de las 538 mujeres privadas de libertad (MPL) internadas actualmente en el penal.
El yoga como práctica centrada en el autodominio mental y corporal se implementa a partir de ahora en penitenciarías, como programa de reinserción de atención psico-social. Foto: Ilustrativa
“Las vías alternativas en la resocialización de personas privadas de libertad hacen parte de los cambios del sistema que se contemplan en el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria”, reiteraron.
Carmen Villalba, desde su reclusión era beneficiada con el privilegio de dar el último adiós a su hermano Osvaldo Villalba, líder del EPP. Foto: DANIEL DUARTE / AFP.
El privilegio de Carmen Villalba: féretro de su hermano ingresó al Buen Pastor
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“Si uno entierra a su hijo, ahí termina el calvario. Yo, por ejemplo, cuando entierre a mi hijo sabré dónde está, podré ir a visitar esa tumba, y estaré en paz, pero nosotros hasta hoy nunca podemos hacer algo así, porque hasta ahora no sabemos dónde están los restos de mi hijo, o si está vivo o muerto”, reflexiona dolida la madre de Edelio Morínigo, doña Obdulia Florenciano, en conversación con La Nación / Nación Media.
Esa es la realidad que ella vive, una realidad dolorosa. Su indignación es entendible porque un día como hoy, hace dos años, Carmen Villalba, la mujer considerada miembro clave del grupo criminal autodenominado como Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), tuvo el privilegio de dar el último adiós a su hermano Osvaldo Villalba, líder del EPP. Recordemos que este grupo criminal es el responsable de varios secuestros en nuestro país, de los cuales, de tres víctimas no se sabe nada: Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.
Osvaldo Villalba, junto con Luciano Argüello y un hombre indígena con el alias de Simón, fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta en el marco de un operativo que se realizó el domingo 23 de octubre del 2022, en Cerro Guazú, departamento de Amambay. Tras la autopsia correspondiente, el cuerpo fue entregado a los familiares y ese 25 de octubre de 2023, el féretro llegó hasta la intersección de las avenidas Mariscal López y Choferes del Chaco, paralizando no solo tránsito asunceno sino la tarde paraguaya.
Tras la negativa de las autoridades de que la reclusa Carmen Villalba pueda salir para participar de la inhumación de su hermano, por ser considerada presa peligrosa, comenzó el trabajo de los abogados para que el féretro pueda ingresar a la penitenciaría. Los abogados como de la familia Villalba comenzaron a presionar para que se diera el ingreso de los restos del líder del EPP a la cárcel del Buen para que Carmen pueda despedirse de su hermano.
El ingreso inmediato se vio truncado y empezó el ir y venir de manera casi circense del féretro que se “paseó” entre el cementerio de la Recoleta hasta el portón de ingreso del centro de reclusión, en más de una ocasión, en medio de gritos de familiares y bocinazos.
A la confusión ciudadana por el cierre de las arterias, las altas temperaturas, los gritos de familiares, se sumó una amenaza de motín por parte de algunas reclusas. Tras esto se activaron las alarmas de las autoridades del Ministerio de Justicia y autorizaron el rápido despliegue de seguridad, que terminó por completar el escenario de esta atípica jornada de la historia nacional.
Osvaldo Villalba fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta durante un operativo en Cerro Guazú. Foto: Eduardo Velazquez
Si bien inicialmente las autoridades del Ministerio de Justicia se negaron y parecían que mantendrían la negativa para evitar el acceso del féretro, posteriormente, y tras la presión, decidieron doblegarse y acceder a la petición de Carmen Villalba y los abogados de la familia. Así, permitieron que el féretro acceda por varios minutos al penal del Buen Pastor, para posteriormente dirigirse en medio de una breve caravana hasta el cementerio de la Recoleta.
Indignación
El hecho generó una indignación generalizada debido al poder que demostraron seguir ejerciendo los Villalba sobre las autoridades en ese momento. El EPP hasta el día de hoy tiene en su poder a tres secuestrados: al oficial Edelio Morínigo, al exvicepresidente Óscar Denis y al ganadero Félix Urbieta, además de cargar con la muerte de varias personas.
Si bien inicialmente las autoridades del Ministerio de Justicia se negaron y parecían que mantendrían la negativa del acceso, posteriormente, y tras la presión, decidieron doblegarse y acceder a la petición de Carmen Villalba. Foto: Eduardo Villalba.
“Murió la razón”
Los comentarios en redes sociales fueron tajantes en contra de permitir que una reclusa de alta peligrosidad pueda acceder a un privilegio tal, con mínimas medidas de seguridad y casi sin previa preparación. Autoridades de diferentes estamentos se pronunciaron desaprobando la manera en que el gobierno de Mario Abdo Benítez actuó en ese momento.
Nada fue más doloroso como ver el rostro de desconcierto de los familiares de quienes aún no han regresado a sus hogares por ser víctimas del EPP y que siguen esperando dar un abrazo, o quizás, una despedida a su ser querido.
“Hoy murió la razón, cuánto dolor me causas, mi querido Paraguay; en estos casos vale la pena que nuestro mensaje llegue fuerte y claro a aquellas mentes abiertas y empáticas que puedan sentir nuestro dolor y nuestra desazón. Les pedimos que escuchen nuestro mensaje, hoy murió la razón, el sentido común, el deseo de hacer bien las cosas y de buscar la paz”, era parte del mensaje que daba una desconsolada Lilian Urbieta, a quien se la veía sola en una mesa clamando por un poco de empatía.
Durante este discurso, miles de paraguayos vieron a una hija que sigue esperando a un padre que le fue arrebatado, una mujer que clamaba por Justicia, por una respuesta, una joven paraguaya que, al igual que muchos, era víctima. Y ese día sintió que no estaba al mismo nivel que una mujer condenada por crímenes graves en contra de sus propios compatriotas, quien sí tuvo el privilegio de decir adiós a su familia.
“Nos dieron una bofetada más”
Con la noche de por medio y ya luego de las decisiones políticas, como la destitución de quienes permitieron el acceso del féretro de Osvaldo Villalba al penal del Buen Pastor, las hijas del expresidente Oscar Denis brindaron una declaración pública, no menos dolorosa que la de cualquier otro familiar, víctima de un grupo armado que mantiene en zozobra a familias inocentes y, aún así, continúan actuando a su voluntad.
“El golpe de ayer para nosotros fue muy duro, nos dieron una bofetada más y bastante fuerte. Hoy nos levantamos de nuevo porque esa es la lucha, en cada caída volver a levantarse, en cada golpe volver a luchar, resistir. Hoy nuevamente de pie y con más fuerza aún para exigir al Gobierno resultados, que es que vuelvan los tres”, indicó Beatriz Denis.
Recompensa y máxima seguridad
Hoy, a dos años de aquel suceso que marcó la historia de los secuestros en nuestro país, la búsqueda de estas tres personas continúa activa por parte del gobierno. Actualmente existe una recompensa millonaria aprobada por el presidente Santiago Peña por información certera que permita localizar a los integrantes del citado grupo criminal.
Recientemente, las hermanas Carmen y Laura Villalba fueron trasladadas de penitenciaría y guardan reclusión bajo el régimen de máxima seguridad en la cárcel de Minga Guazu, donde reciben apenas dos horas al día de receso vigilado y a solas fuera de celda.
Datos clave:
Osvaldo Villalba fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta durante un operativo en Cerro Guazú, el domingo 23 de octubre del 2022.
El martes 25 llegó su féretro hasta el Buen Pastor para que su hermana Carmen Villalba, recluida en el lugar, pueda darle el último adiós.
La intención clara tanto de los abogados como de la familia Villalba era que se diera el ingreso de los restos del líder del EPP de manera inmediata, pero esto no pasó.
Tras varios minutos de resistencia por parte de las autoridades, y tras una amenaza de motín, finalmente ingresó el féretro al Buen Pastor, causando una oleada de indignación ciudadana y el dolor inconmensurable de los familiares de víctimas de secuestro que aún no volvieron.