Teresa Rojas, titular de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), rechazó la solicitud realizada por un grupo de campesinos quienes plantean ocupar la estancia Lucipar, perteneciente al narco Luis Carlos da Rocha, alias Cabeza Branca, quien guarda reclusión en Brasil.
“Esas tierras no fueron comisadas aún, la causa continúa, todavía no se llegó al juicio oral. Los campesinos reclaman las tierras una vez que sean comisadas y que el Estado les beneficie con la entrega de las mismas. Son establecimientos agrícolas, ganaderos, que hoy en día están siendo arrendados. Son tierras bastante extensas, valiosas, no son ociosas, están siendo trabajadas y produciendo”, comentó en entrevista con medios de comunicación.
La estancia se encuentra localizada en el distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro, y tiene un casco principal con 7 viviendas adyacentes, un depósito con tinglado utilizado supuestamente como resguardo de maquinarias agrícolas y corrales para ganado.
Los labriegos exigen que el Gobierno, a través de Senabico, traslade la propiedad al Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) y que este derive a campesinos. “Existe un problema legal, la ley de Senabico no lo permite”, aclaró tras mantener un encuentro con senadores pertenecientes a la Comisión de Legislación.
Antecedentes
Cabeza Branca era jefe de una organización que operaba en Paraguay y en el Brasil, completamente independiente al Primer Comando Capital (PCC) y otros conocidos. El detenido operaba en el país por medio de una fachada agroganadera en la zona norte, pero es conocido como uno de los líderes de un grupo narco.
El 1 de julio del 2017, tras un operativo, se detuvo a Da Rocha, quien utilizaba diversas identidades en el vecino país: Vitor Luis da Moraes, Luis Henrique Guimaraes y el alias de Cabeza Branca, era el traficante más buscado por la Policía Federal del Brasil y en América del Sur por la Interpol.
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