Desde el Ministerio de la Mujer, funcionarios manifiestan que son perseguidos y hostigados por no pertenecer a la línea política del oficialismo. Denuncian que en la cartera del Estado “castiga” a quienes son afines al movimiento Honor Colorado o los someten a maltratos verbales con el objetivo de no dejar evidencia de las persecuciones realizadas.
Un grupo de denunciantes manifestó a La Nación/Nación Media que en la institución pública realizan nombramientos y recategorizaciones constantes únicamente para personas que se encuentran alineadas al oficialismo. Entre G. 11 millones, G. 9 millones y G. 6 millones son desembolsados para los funcionarios afines a la línea política de turno, mientras los demás empleados perciben apenas G. 3 millones según refieren.
A decir de los funcionarios hostigados, la persecución incluso llega hasta la exviceministra de Administración y Finanzas del Ministerio Jenny Sanabria, quien fue suplantada por María del Pilar Fontclara debido a que el padre de Sanabria expuso públicamente las persecuciones de la cartera de Estado y manifestó estar a favor del proyecto de gobierno de Honor Colorado.
Así, los denunciantes aseguran que, bajo amenazas, en la cartera de Estado reprenden a los funcionarios por sus preferencias políticas y generan presiones laborales, pues aseguran que las recategorizaciones existen para todos, menos para quienes pertenecen a la línea de Honor Colorado. Igualmente, los ascensos o nombramientos realizados benefician a personas que ni siquiera cuentan con la especialización o capacitación requerida, aseguran las denuncias.
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Institución politizada
Por otra parte, más allá de los hostigamientos, los funcionarios también denunciaron que el Ministerio de la Mujer se está politizando poco a poco, pues las autoridades del ente comienzan a arrear a diversos trabajadores para que asistan a los eventos organizados por el oficialismo. A decir de los reclamos, la presión se ejerce en mayor medida con los contratados, quienes son amenazados con ser desvinculados si no asisten a los actos políticos.
Del mismo modo, manifiestan que un grupo específico de la institución se dedica a espiar las redes sociales de los funcionarios que son afines al movimiento Honor Colorado. Cuando se encuentra alguna publicación que demuestre el apoyo a algún precandidato del movimiento contrario al oficialismo, automáticamente los colaboradores son “reprendidos” verbalmente y hostigados por sus jefes.