La familia Argüello pierde al cuarto integrante que se había unido al grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). El cuerpo de Luciano Argüello está siendo velado por su familia en el Núcleo 6 de Arroyito, en el departamento de Concepción, tras ser abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) el pasado domingo durante el operativo Zeus en Cerro Guazú de Amambay.
Rossana Argüello Larrea habló sobre la situación de la familia tras la nueva pérdida y la misma refirió que su hermano salió de la casa hace 10 años y a partir de allí ya no tuvieron contacto con él. Dijo que todos estos años militando en el grupo criminal no valieron la pena, reportó el corresponsal de Nación Media Ángel Flecha desde Concepción.
“Mi mamá mucho pidió que se entreguen para que no le pase lo mismo y volvió a pasar. No valió la pena”, mencionó en conversación con varios medios de prensa en su domicilio donde se encuentran velando el cuerpo de su hermano. Así también, indicó que el mismo se unió a las filas del EPP sin el conocimiento de la familia, en principio, y solo se enteraron de sus andanzas por los medios televisivos.
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“Hace 10 años que él se fue y en 10 años no vino junto a nosotros ni nosotros le vimos, solamente le vimos en la televisión por la imagen que suelen pasar, solamente eso; después nosotros no sabemos nada de ellos, ni por teléfono ni nada. Hace 10 años que se fue con ellos y en los 10 años no supimos nada de él”, expresó la mujer.
Por otra parte, dijo que se trata del cuarto integrante de siete hermanos que murieron detrás del grupo criminal y se encuentran muy afectados por la situación. “Ya son cuatro hermanos, este es el único hermano que está con nosotros (el menor). Él es el mayor (Luciano), somos siete hermanos, cinco hombres y dos mujeres, ahora nos quedamos solo tres, mi hermano menor y yo soy la mayor que me quedo. Ya son cuatro hermanos, nuestro corazón está destrozado”, sentenció.
La mujer también lamentó el trato que recibe la familia por parte de las autoridades de seguridad, afirmando que la familia no es culpable de todos los hechos cometidos por sus hermanos. “Nosotros no tenemos la culpa, nosotros no le alentamos tampoco, él se fue por su propio gusto. Nosotros no sabíamos dónde se fue, después vimos su fotografía en la televisión”, puntualizó.
Luciano Argüello, de 31 años, inició su trayectoria criminal como parte de la Agrupación Campesina Armada (ACA), un desprendimiento del grupo que lideraba Osvaldo Villalba (también fallecido en el enfrentamiento del último domingo) y, una vez que fueron abatidos sus principales líderes, que eran sus primos, buscó refugio en el EPP. Era considerado como uno de los líderes importantes del grupo criminal que azota la zona norte del país.