Teniendo como prioridad promover políticas públicas bajo tres ejes que ella considera importante, Eugenia Peroni contó a La Nación/Nación Media que busca ocupar un lugar en el Congreso Nacional motivada por “la indignación de ver pasar promociones de niños y niñas, jóvenes y adultos con escasas oportunidades para lograr su autonomía”.
Peroni es licenciada en Relaciones Internacionales y posee un posgrado en política social con énfasis en educación. Es madre de dos hijos y está casada hace 11 años. Es actual candidata a diputada por Asunción por la Alianza Encuentro Nacional (AEN).
Consultada sobre cuáles son las propuestas que quiere impulsar desde su banca, si llega a ocupar, contó que son tres los pilares que considera “ascendentes de una población”. “Uno es la educación. El acceso, asequibilidad y adaptabilidad garantizada: debemos dejar de ofrecer servicios educativos y empezar a garantizar el derecho. También fomentar una ley para programa de educación en primera infancia de 6 meses a 5 años y educación socioambiental a través promoción del deporte y del cuidado de espacios públicos”, detalló.
En segundo lugar habló sobre la empleabilidad y dijo que es la ley promotora de articulación entre el mercado laboral y las ciencias de la información. “Para generar desarrollo en Paraguay el crecimiento económico y las políticas sociales deben comunicarse, de lo contrario seguimos generando mayor inequidad”, enfatizó.
La tecnología fue su tercer punto dentro de los proyectos que desea implementar, enfatizando que “acelerar la conexión digital y hacerla llegar de forma equitativa es una herramienta que puede transformar, siempre que exista la formación adecuada”.
“El Estado debe asegurar que todos los paraguayos puedan acceder a internet de forma subvencionada en los casos que corresponda, y alentar a que se generen más cursos en línea que permitan una salida laboral rápida y con proyección de crecimiento”, acotó.
“La indignación”
Sobre el impulso que la llevó a candidatarse, aseguró que la indignación, pero también la fe fueron claves para su postulación a la Cámara Baja. “Creo que mi lucha empieza desde la indignación y la fe. La indignación de ver pasar promociones de niños y niñas, jóvenes y adultos con escasas oportunidades para lograr su autonomía”, expresó. “Y la fe en que las generaciones provenientes tienen más información y podemos lograr mayor democratización si enfocamos las políticas en el desarrollo social”, sostuvo.
También mencionó su opinión sobre cómo ve a la política paraguaya actual. “En Paraguay, un país tan rico, nos sentimos hoy como una manzana inmadura… sin medios para proyectar el futuro porque en su mayoría ‘las políticas’ dependen de los administradores de turno que sobreponen intereses particulares por encima del interés común”, dijo.
Por último, se describió como una persona “muy bendecida por la gran cantidad de oportunidades que tuve y tengo para poquito a poco cumplir mis sueños y acompañar a los que están a mi lado”, y destacó: “Creo que el amor es el motor del mundo, pero es la razón la que lo hace funcionar”.
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