En su sesión de este martes, la Junta Municipal de Lambaré declaró estado de emergencia por 30 días por los destrozos ocasionados durante el último temporal. La medida fue oficializada a través de la Resolución N° 1442/2022, por lo que de manera inmediata iniciarán los trabajos de reparación de los daños ocasionados por la tormenta que se abatió sobre la ciudad el pasado miércoles 5 de octubre.
En su artículo 1° la citada disposición fundamenta los motivos y seguidamente se expone que se autoriza al intendente municipal, Guido González, a la adquisición de maquinarias y equipos de trabajo y protección para los obreros abocados a las tareas que conlleven la declaración de emergencia distrital.
Así también, se solicita a la Intendencia Municipal proceder a la reparación y/o reconstrucción de las estructuras edilicias que fueron dañadas por este temporal. Se citan instalaciones de instituciones educativas, plazas y espacios públicos, clubes deportivos de la Liga Lambareña y las viviendas de familias de escasos recursos económicos. Se incluyen trabajos de reparación de calles y avenidas de la ciudad que fueron afectadas por los raudales.
Por último, los ediles comprometieron al intendente municipal a remitir un informe semanal a la Junta Municipal detallando las actuaciones, asistencias e intervenciones realizadas en el marco de la declaración de emergencia. Se le recuerda igualmente que todas las acciones administrativas deben ajustarse a la Ley 2051/03 “De Contrataciones Públicas”, en la utilización de los recursos presupuestarios y financieros municipales destinados a este fin.
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Las primeras acciones
Tras la tormenta, las primeras acciones provinieron de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) que asistió a 153 familias cuyas viviendas se vieron dañadas por las fuertes lluvias y la granizada que cayó en la ciudad. Los establecimientos comerciales de la zona céntrica también sufrieron el impacto del viento fuerte, puesto que varias cartelerías se derrumbaron y quedaron inutilizadas. La ciudad quedó a oscuras esa noche de la tormenta, porque también se cortó el suministro de energía eléctrica. En tanto que las calles quedaron destrozadas nuevamente, pese a que algunas se encontraban en plena etapa de reparación. En algunos tramos, el asfaltado quedó totalmente removido e inutilizado por los raudales que arrasaron con todo lo que encontraron a su paso.