El excanciller nacional Eladio Loizaga analizó el impacto de las encuestas en las campañas electorales, y dijo que en los últimos años se ha demostrado que los números de los sondeos no se reflejan en el escrutinio final. Recordó el caso de los comicios presidenciales del 2018 en los que Mario Abdo Benítez figuraba como el favorito, sin embargo terminó con apenas un 3% de diferencia con su principal oponente, el liberal Efraín Alegre.
“En los últimos cinco años se ha demostrado que las encuestas de alguna manera no reflejan lo que realmente pasa luego en las elecciones. Localmente tenemos nosotros muestras de eso en las elecciones presidenciales del 2018, donde al actual presidente Abdo Benítez le dan un porcentaje alto frente a Alegre y al final fue 3%”, señaló Loizaga a la 680 AM. Afirmó que el instrumento que toma en cuenta la clase política es que se guían siempre por las encuestas que se van presentando, “que puede o no de alguna manera estar en consonancia con la respuesta que se da”.
Destacó que si bien los sondeos constituyen un referente, sin embargo, al momento de los comicios pueden arrojar otros resultados. Loizaga también citó como ejemplo las recientes elecciones presidenciales en Brasil, en la que en primera vuelta se tuvo un estrecho margen de diferencia entre Luiz Inácio Lula Da Silva y Jair Bolsonaro, aunque, según las encuestas, el primero aparecía como el favorito.
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“La diferencia fue de tan solo cuatro puntos con el expresidente Lula, que ahora tendrán que ir a una segunda vuelta. Pero, también hay algunas diferencias en el caso de algunos países donde los encuestadores tienen que registrarse ante el órgano electoral y los datos obtenidos y la metodología quedan abiertos para que cualquiera lo revise para comprobar cuál es realmente el resultado de esas encuestas”, puntualizó.
Loizaga también abordó el tema de la manipulación de las encuestas a favor de ciertos candidatos. “La manipulación no es buena desde ningún punto de vista, porque en primer término una encuesta que se haga sobre un momento político también puede estar dirigido como para orientar a la opinión pública. Puede ser una encuesta concertada también con otros medios, pero sí es un instrumento que te puede dar la posición en que se encuentra una candidatura”, refirió.
La religión, un nuevo factor
El exministro evaluó la presencia del “nuevo jugador” en el proceso electoral, y que se evidenció en el caso de Brasil. Se trata de la incidencia de las organizaciones religiosas apoyando cierta candidatura, tal como sucedió con Jair Bolsonaro que recibió el amplio respaldo de las iglesias evangélicas en la ciudad de Manaos y parte de la Amazonia.
“Ya hace tiempo el grupo evangélico en la Cámara de Diputados tenía presencia. Y algunos que se dedican a estudiar esta presencia del nuevo jugador hasta han señalado que para el 2030 siendo Brasil tradicionalmente católico, las tendencias de la religión evangélica va a tener un rol importante en la vida religiosa de Brasil”, significó.
En el plano local, Loizaga destacó la religiosidad de los paraguayos que se ve evidenciada el 8 de diciembre, festividad de Caacupé, aunque también ha crecido la presencia evangélica sobre todo en sus recorridos por el interior del país.
“Nuestro país lógicamente también tiene una raíz católica muy fuerte. Eso podemos ver en el caso de Caacupé que uno ve la cantidad de gente que asiste. Pero en el interior comenzaron a crecer en cuanto a la presencia física las iglesias evangélicas. La iglesia evangélica está recorriendo, mientras que nosotros estamos muy encerrados”, manifestó.