El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, el pasado 12 de setiembre manifestó que tendrían que reponer el stock para poder bajar el precio de los combustibles. Sin embargo, se evidenció la incoherencia en las expresiones del jefe de Estado debido a que se comprobó la venta a proveedores y distribuidores bolivianos con precios más bajos.
Mario Abdo Benítez, en conversación con medios de comunicación, había manifestado que para lograr una reducción en el precio de los combustibles para los consumidores paraguayos se tendría que reponer el stock y adquirirlos con precios más bajos. Señaló que tienen compras hechas e hizo mención a la ley que les prohíbe vender a precio de costo, por lo que debían esperar a vaciar los stockeado por lo cual habían hecho una venta a Bolivia.
Con las publicaciones de La Nación/Nación Media de ayer lunes, se comprobó que efectivamente Petróleos Paraguayos (Petropar) había realizado esa venta de combustibles a proveedores y distribuidoras del vecino país, pero con diferencia de precios. Los documentos que fueron publicados señalan que una semana antes de las declaraciones del jefe de Estado fueron vendidos los combustibles a un precio de US$ 1.473 por metro cúbico.
No obstante, en las ventas posteriores que la estatal petrolera realizó a los mismos proveedores se evidencia una reducción de precios de manera significativa llegando al 12 de setiembre, fecha de las declaraciones del presidente, con un valor de US$ 1.421 el metro cúbico, mientras que para el 18 la baja fue mayor y llegó a US$ 1.389 el metro cúbico, lo que supone un descuento bastante interesante del 6%.
Estas ventas favorables a los intereses de las empresas bolivianas echan por tierra ese discurso en favor de los paraguayos que pregona el jefe de Estado de forma permanente. Mientras, tanto el Gobierno como Petropar ajustan más las tuercas sobre el consumidor paraguayo, alegando imposibilidad de bajar precios, y en el vecino país obtienen combustible vendido desde Paraguay a un precio menor.
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Sin lugar a dudas, estas declaraciones –tanto del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, como del titular de Petropar, Denis Lichi– representan una desventaja para consumidores de nuestro país considerando la reducción de precio en las ventas que realiza en favor del mercado boliviano. Actualmente, el precio del diésel tipo I es de G. 9.990 por litro, en tanto si se aplica esa misma diferencia del 6% en los valores de ventas, supondría una reducción de G. 600 por litro.
Es por ello que algunos legisladores se expresaron al respecto, tanto en la multibancada como los colorados, ocasión en la cual el diputado Basilio “Bachi” Núñez advirtió que impulsará un proyecto de declaración para instar al Poder Ejecutivo a destituir a Denis Lichi por su deficiente desempeño al frente de la petrolera y por dedicarse más bien a su campaña como gobernador de Cordillera.