El senador Enrique Riera manifestó que las nuevas acusaciones del gobierno de Mario Abdo Benítez contra la empresa Tabacalera del Este SA (Tabesa) responden a una persecución política con miras a las elecciones internas partidarias previstas para el 18 de diciembre, y acusó al oficialismo de mantener vínculos con el terrorismo y el narcotráfico.
“Hoy estoy convencido de que esto fue una cáscara de banana. En abril, el avión ya había pedido autorización para venir a Paraguay, que fue aprobada por la Dinac. Ya sabían que el avión venía a llevar cigarrillos de Tabesa y quiénes venían, con nombres, nacionalidades y antecedentes de estos tipos. Dejaron que venga, cargaron los cigarrillos y después explotaron la bomba”, acusó el senador durante el programa “Cara o cruz”, emitido por Unicanal.
“Cuando uno lee el reglamento operativo de la institución, el procedimiento operativo es que se debe informar el objeto del viaje, rubro, la tripulación y la naturaleza y cantidad de cargas”, puntualizó, así como señaló que el pasado 28 de abril, representantes de la empresa de flete aéreo Emtrasur solicitaron a las autoridades del Gobierno autorización para ingresar al Paraguay, de acuerdo a las informaciones proporcionadas por autoridades de los Estados Unidos. El 4 de mayo, Emtrasur reiteró la solicitud y la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) emitió su autorización el 5 de mayo.
El legislador se refirió a la presentación del viernes pasado convocada por el Ejecutivo, que fue realizada por Julio Fernández, director de Aduanas; René Fernández, titular de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), y Federico Hetter, ministro de la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac), quienes mencionaron supuestas “inconsistencias” en la exportación de cigarrillos por parte de la empresa paraguaya a Aruba, acusaciones que terminaron por evidenciar una mentirosa manipulación del Gobierno al referirse sobre documentos que constan en poder del Ministerio Público.
Esquema de persecución
“Están persiguiendo a un proyecto político porque electoralmente no pueden ganar. Faltan tres meses, entonces hay que sacarlo de la cancha a lo que dé lugar. Yo no descartaría que haya otras iniciativas más, quizás cuando se le acabe el jugo al tema del avión, no hay formas para forzar las cosas”, opinó Riera en una entrevista en el programa “Cara o cruz”, emitido por Unicanal. “Ellos, con la conferencia de prensa, demostraron más debilidad que fortaleza, pero no sé qué vendrá después, pero es bueno que estemos advertidos”.
El parlamentario manifestó que el esquema de persecución del oficialismo contra empresas de un contendiente electoral está integrado por un brazo institucional liderado por los ministros opositores y simpatizantes de la “nucleación familiar” del Partido Democrático Progresista (PDP), Zully Rolón, Carlos Arregui, Emilio Fuster, René Fernández, junto con el exministro del Interior y de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) Arnaldo Giuzzio, de acuerdo a declaraciones de Riera.
El colorado sostuvo que el ala política se encuentra encabezada por sus colegas Desirée Masi, del PDP; Jorge Querey, del Frente Guasu (FG), y del oficialismo. Mientras que el área mediática esta compuesta por los medios de comunicación Abc Color y Última Hora.
Antecedentes desarman discursos
“Hay un discurso oficial versus los hechos, Efraín Alegre dice: ‘Vamos contra la mafia’, pero el resto no ve (crecimiento del narcotráfico en el gobierno de Abdo); el presidente Abdo Benítez dice estar contra el crimen organizado y transnacional; mis colegas Masi y Querey, ellos ya tienen un lenguaje más claro, es directamente contra Horacio Cartes, la pelea es personal, están en una posición muy abierta”, dijo Riera.
El legislador agregó que el discurso oficial del oficialismo se centra contra el terrorismo, narcotráfico y lavado de dinero, pero refirió que es necesario revisar los antecedentes al sostener que el segundo del Ejecutivo, Hugo Velázquez, y su amigo íntimo y exasesor jurídico de Yacyretá, ambos declarados por los Estados Unidos como significativamente corruptos, fueron los que procesaron, pero no contribuyeron a capturar en su época de fiscales a los terroristas Kassem Mohamad Hijazi y Walid Amine Sweid.
“Ambos, 1.200 millones de dólares de acusación por lavado de dinero”, comentó, así como recordó que en el 2015, el actual vicepresidente Velázquez realizó una visita al Líbano para mantener encuentros con el líder del Hezbolá, hecho que puede ser evidenciado mediante fotografías.
Contradicción oficialista
“¿Acaso esto no es terrorismo, no es amigo de los terroristas o no tiene vínculos?”, comentó. A la lista de las autoridades oficialistas o simpatizantes al movimiento Fuerza Republicana (ex-Añetete) agregó al capo narco paraguayo Reinaldo Javier “Cucho” Cabaña, al exdiputado Juan Carlos Ozorio, el diputado Éver Noguera y al narco pastor José Insfrán, que actualmente se encuentra prófugo de la Justicia.
Riera dijo que los mencionados se encuentran salpicados también con el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. En la misma línea, Riera expuso también los vínculos entre Giuzzio y el narco brasileño Vinicius Espíndola Marqués de Padua, que provocó su destitución como ministro del Interior en febrero pasado.
Resaltó también la visita realizada por el titular del Congreso Nacional, Óscar “Cachito” Salomón, y su colega Juan Afara a Siria y el cierre de la embajada en Israel. “Hay algo que no cierra, los que tienen vínculos terroristas son los oficialistas, los que están vinculados al narcotráfico son funcionarios o los políticos, candidatos actuales, están vinculados con el terrorismo en el Medio Oriente”, sentenció.