El médico cirujano de Alto Paraná, Nicolás Becker, denunció que es víctima de persecución política por parte de dirigentes oficialistas y teme perder su trabajo tanto en el Ministerio de Salud como en el Instituto de Previsión Social (IPS). “Me dijeron, te alineas a nuestro equipo o vas a perder, yo les dije que no porque no comparto su pensamiento y su forma de hacer política atacando a los profesionales”, detalló.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el médico relató que se negó a hacer campaña por los candidatos del oficialismo dado que no está de acuerdo con la forma en que buscan ganar adherentes por medio del “garrote político”, expresó. “Esas prácticas son inhumanas y no son correctas en plena democracia”, lamentó.
Becker indicó que la persecución proviene del candidato a gobernador de Fuerza Republicana, Carlos Pallarolas, y por Líder Amarilla, candidato a concejal departamental por el mismo movimiento. “Ellos le pidieron mi cabeza al señor ministro y él accedió al pedido de traslado”, relató y explicó que en agosto lo trasladaron del Hospital Regional de Santa Rita al Centro de Salud Naranjal de Alto Paraná, pero el pasado 12 de setiembre, mediante otra resolución, dejaron sin efecto este traslado y lo llevaron nuevamente al hospital.
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“Mi jefe inmediato me avisó del traslado, le pregunté el porqué y me dijo: por pedido de los políticos, ellos quieren tu cabeza, quién le pregunté y me nombró a esas personas”, detalló. Becker manifestó que en junio lo desvincularon del IPS sin ningún motivo, pero que pudo recuperar su puesto debido a que no había ningún sumario o causa abierta en su contra.
“No es la primera vez que pasa esto, yo fui descontratado en junio del IPS, en la camada de los despidos masivos, eso también fue por pedido de Amarilla y Pallarola”, aseguró e indicó que en mayo había recibido la primera advertencia para “alinearse”, pero se negó y por ese motivo lo desvincularon en el siguiente mes.
“Me volvieron a llamar hace 15 días y me dijeron alineate o te tocamos, y no les hice caso y me trasladaron del Hospital de Santa Rita al Centro de Salud de Naranjal”, detalló. Becker teme que el próximo movimiento sea su descontratación definitiva, tanto en el Ministerio de Salud como en el IPS, pero no se anima a presentar ninguna denuncia porque no confía que desde las instituciones se haga justicia. “Yo me siento un perseguido político, me siento desamparado”, lamentó y agregó que lo único que puede hacer es acudir a los medios de comunicación.
“En vano voy a denunciar, en nuestro país no existe la justicia cuando meten la mano los políticos sin escrúpulos y menos cuando el movimiento es del propio presidente de la República, qué caso le van a hacer a un pobre médico de la colonia”, manifestó y añadió que otros médicos, enfermeros y funcionarios administrativos también son víctimas de esta situación, pero prefieren callar para no quedarse sin trabajo.
Señaló que fue uno de los “héroes de blanco”, como decía el presidente, pero que al inicio de la campaña electoral del oficialismo comenzaron también las persecuciones. “Muchas personas están siendo perseguidas aquí en Santa Rita, la gente tiene miedo de expresarse porque dependen de ese salario, yo ya perdí el miedo porque la dignidad no se puede negociar, no se puede callar”, concluyó.