En los últimos tres años, a partir de datos reales de incautaciones desde finales del 2019 hasta este 2022, se consolidó el negocio del tráfico de drogas en Paraguay. Esto según un informe detallado y con cifras alarmantes y específicas de la cantidad de dinero que movió la cocaína que pasa por Paraguay y tiene como destino final países de Europa.
Desde el 2020 hasta el 2022 se da una disparada, con números escandalosos plasmados en el informe que presentó el senador Enrique Riera a congresistas republicanos de Estados Unidos. De 470 toneladas que pasaron por Paraguay, solo fueron incautadas 47; es decir, un irrisorio 10%. Del resto, nada se sabe y las instituciones como Aduanas, Senad y Dinac hicieron ojos ciegos y oídos sordos.
Las 470 toneladas representan 25.000 millones de dólares. El Presupuesto General de la Nación es de 13.000 millones de dólares; es decir, el negocio de la cocaína movió (y lo sigue haciendo) el doble de dinero con que cuenta el país en materia de gastos públicos. Paraguay, en los últimos tres años, se convirtió en un país de acopio.
Esta industria, que se consolida en el gobierno de Mario Abdo Benítez, no solo destruye el mercado nacional, sino gana aliados; desde políticos hasta medios de comunicación. Aquí aparecen actores principales. Uno de ellos es Arnaldo Giuzzio, que sigue manejando la Senad a distancia y actualmente se encuentra en el ojo del Ministerio Público tras comprobarse su vinculación con el capo narco brasileño Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua.
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Los protagonistas
Hay otros protagonistas como la senadora Desirée Masi, cuyas últimas diez intervenciones, por solo mencionar un número porque se da casi siempre, apuntaron a atacar a la fiscal general del Estado y a los fiscales que están llevando a cabo cuestiones que tienen que ver con el tráfico de la cocaína. El objetivo es erosionar la figura del Ministerio Público, que pone resultados sobre la mesa y cuyas investigaciones apuntan a desmoronar el esquema que adquirió fuerza en el gobierno actual.
Instituciones como Seprelad, Dinac, la Secretaría Anticorrupción, la propia Presidencia de la República con el secretario privado de Mario Abdo, Mauricio Espínola, han intentado silenciar la voz y el trabajo de la Fiscalía en connivencia con algunos medios de prensa, como el diario Abc Color, que incansablemente a través de sus publicaciones insiste en promover un infundado juicio político para derrocar a la fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez.
El banco aliado
Cuando el Ministerio Público empezó a investigar se supo de las operaciones realizadas por el banco Atlas, cuyo director es Miguel Ángel Zaldívar, esposo de la directora del diario Abc, Natalia Zuccolillo. La investigación demostró los vínculos que existían entre este banco y el reconocido narcotraficante brasileño Luiz Carlos da Rocha, alias Cabeza Branca, que básicamente lavaba el dinero de la droga a través de esta entidad financiera.
El diario Abc tampoco dedicó, en todo este tiempo, una sola línea acerca de la conversación que tuvo Arnaldo Giuzzio con Marcus Vinicius el día antes del Operativo Turf, que desplegó acciones de búsqueda mayoritariamente en Brasil, Ciudad del Este y Hernandarias como parte del pedido de cooperación para el desmantelamiento de un esquema que trafica con la droga mediante envíos a Europa.
Mientras el negocio de la exportación de cocaína que pasa por el Paraguay adquiere fuerza, desde el oficialismo y medios de prensa aliados se diseñan estrategias absurdas para desviar la atención. El actual gobierno hace énfasis en el combate al crimen organizado; sin embargo, los números generados por la rama más criminal de estos flagelos delictivos muestran que no existe realmente una voluntad real de lucha contra el tráfico de drogas en Paraguay. Lo cierto es que con ese dinero hay capacidad de financiar proyectos políticos, conciencias y hasta medios de comunicación.