El gobernador de Boquerón, Darío Medina, lanzó una urgente petición de socorro al Gobierno tras agotarse las reservas de agua debido a la larga sequía en la región chaqueña. El jefe departamental pidió a la Cámara de Diputados que levante hoy un veto del Poder Ejecutivo para redireccionar un rubro del presupuesto asignado a esta gobernación y dar respuesta a la acuciante situación que afecta a los habitantes y, además, genera cuantiosas pérdidas a los cultivos y a la ganadería.

“Estamos peleando por un rubro que es 842, una fuente que el año pasado le transfirieron a otro. Esta fuente de recursos la usamos justamente para estas necesidades porque lo hacemos por proyecto para compra de insumos, cañerías, motobombas, bombas sumergibles y demás. Y los senadores el año pasado lo habían llevado a gastos de capital, al 521, y tenía que ser solamente para obra e infraestructura que en realidad ya tenemos lo que es Fonacide y royaltíes para ese efecto”, comentó Medina.

Dijo que esta modificación de fuente fue “una jugada política”, por lo que ahora plantea con urgencia poder disponer de esos recursos para hacer frente al impacto que genera la falta de lluvia en el departamento. “Este año nosotros volvimos a tratar esto en Senadores, pudimos redireccionar y después Diputados. Pero lastimosamente, el presidente de la República vetó de nosotros y ahora estamos tratando de levantar el veto, justamente esperemos que se trate. Depende muchísimo de que nosotros podamos recuperar esa fuente para que podamos seguir asistiendo con más fuerza a las comunidades y a toda la gente”, puntualizó.

El gobernador afirmó que los más perjudicados por la sequía son los cultivos, que a su vez constituyen el soporte de alimentación del ganado. Mencionó que en un solo caso se tuvo una pérdida de G. 400 millones en período de cosecha para un productor de la zona. En tanto que otro, dedicado a la ganadería, reportó una pérdida del 70% de su producción, conforme expresó.

“Empeoramos, esa es la situación. Y realmente estuvimos hablando con los ganaderos y los agricultores, que son los más perjudicados de todos porque muchos inclusive sembraron tres a cuatro veces y no cosecharon nada. Y es una cadena que depende uno de otro, porque la mayoría de los cultivos acá en el Chaco son soportes para la alimentación de ganados. Y esa es una cadena que no se está retroalimentando. No hay suficiente producción por la sequía”, acotó.

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En cuanto a las cifras de pérdidas, detalló que un productor mediano tuvo un perjuicio de “aproximadamente 400 millones en un período en que no cosecha nada”. “Y para un ganadero significó aproximadamente 70% de pérdida en el sentido de que tuvo que mal vender sus animales y se quedó nada más con 25% de su hato ganadero. O sea, redujo muchísimo su existencia de animales por la sequía y está produciendo mucho menos de lo que era en los años normales. Y eso cuantificar, seguro que suma muchísimo si se va a multiplicar por la cantidad de productores”, remarcó.

El jefe departamental insistió en la necesidad de acceder a los recursos de manera inmediata para dar respuesta a los requerimientos de la población chaqueña. “Está complicada la situación, tenemos que reconocer esa realidad, no llegó nada de lluvia, llegó nada más el viento fresco. Nosotros estamos asistiendo a la gente, nuestros camiones cisternas no paran de cargar el agua, tenemos también la ayuda de la gente de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) que está apoyando con sus cuadrillas. Pero cada vez se vuelve más complicada porque el tema es que en muchos lugares los tajamares están empezando ya a tener muy poca agua y en otros ya a secarse. Entonces, eso complica la situación”, dijo en diálogo con la 1330 AM.

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