El abogado y docente universitario Mario Miguel Ángel Montaner, fundador del Partido Demócrata Cristiano, aspira a un lugar en el Senado desde donde quiere representar los valores del ser humano, además de impulsar el desarrollo social, el cual en la actualidad -según comentó a La Nación/Nación Media- se encuentra bastante relegado en la lista de prioridades a nivel nacional.

Montaner inició su militancia en la política desde que era estudiante en la Facultad de Derecho y lo hizo en un momento sumamente complicado, la dictadura, la cual -a pesar de limitar la creación de nuevos partidos- facilitó el crecimiento de la búsqueda de la libertad y de espacios en donde se podía discutir y plantear diferentes puntos de vista, con ese objetivo Montaner impulsó el entonces movimiento Demócrata Cristiano de manera independiente.

“Si bien la democracia funciona a través de los partidos políticos, se fundamentan en los partidos políticos, una exageración de lo partidario nos lleva al partidismo y nos hace enfrentar a los paraguayos unos con otros, para más somos maniqueos en el sentido de yo tengo la razón soy bueno y vos sos malo y estás totalmente equivocado”, remarcó el precandidato al Senado.

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Montaner al ser consultado por la importancia de la unidad de los paraguayos sin titubeos sostuvo: “Tenemos problemas comunes que debemos solucionar con solidaridad” haciendo un fuerte hincapié en la necesidad de los paraguayos, piensen más allá de los colores o los partidos para llegar a soluciones de manera rápida y conjunta.

“La democracia cristiana surgió buscando lo que se está dando ahora, tener espacio en donde se pueda deliberar, se pueda discutir y donde la verdad tiene que ser reconocida en todos los sectores que somos pluralistas, en el sentido por ejemplo con la concertación actual”, destacó Montaner.

Entre las prioridades de su eje de trabajo se encuentra el desarrollo social, remarcando que es preocupante que la mitad de los paraguayos viva en la pobreza y los mismos queden relegados cuando se habla de una estabilidad macroeconómica.

“Para mí lo decisivo en la democracia es el desarrollo social, porque somos un país injusto, casi con la mitad de la población debatiéndose en la pobreza y eso no puede ser, porque hay errores conceptuales muy graves”, destacó. El precandidato a senador aseguró que es necesario dejar de lado las visiones individuales a las que se encuentra acostumbrada la clase política y que se debe empezar a trabajar por los demás.

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