Tras la presentación por parte de Gafilat del informe de evaluación mutua del Paraguay, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, dispuso la destitución de Carlos Arregui Romero como titular de Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), reubicándolo dentro del directorio del Banco Nacional de Fomento (BNF).
Esta es la primera vez que se realiza este tipo de movimientos dentro de un gabinete a menos de 24 horas de darse a conocer las observaciones que presentó Gafilat al Gobierno Nacional, y de las cuales dependían que el país vuelva a la lista gris; dichas indagaciones serían en gran parte las impulsoras de la destitución del exministro Arregui, ya que se destacan ciertas acciones no permitidas y otras que no fueron llevadas con la suficiente fuerza por parte de la Seprelad.
Uno de los puntos claves de la destitución se habría basado en el hecho de que documentos del Informe de Inteligencia Financiera de carácter confidencial y que no pueden incorporarse al cuaderno de investigación fiscal ni expediente judicial, fueron filtrados a medios vinculados al oficialismo.
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Por otro lado, parte del informe reza lo siguiente: “La Unidad de Inteligencia Financiera de la Seprelad recibe un volumen importante de reportes objetivos y subjetivos de los Sujetos Obligados. A pesar de ello, el porcentaje de información que utiliza para producir los informes de inteligencia es bajo, al igual que la calidad de la información recibida”.
Así también, se asienta en el documento que la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes inició en menor medida por iniciativa propia investigaciones por delitos de lavado de dinero o delitos determinantes, mientras que el Ministerio Público actuó de oficio y de manera más rápida y eficiente.
A pesar de que medios oficialistas intentan minimizar la destitución de uno de los funcionarios preferidos para sus publicaciones, es algo similar a la situación que se dio meses atrás con el exministro Arnaldo Giuzzio, quien al igual que Arregui también fue destituido pero por nexos con supuestos narcotraficantes.
Por su parte, el diputado Basilio Núñez fue tajante sobre lo expresado en el informe. “Es parte del terrorismo de Estado, en este caso el apriete legislativo; yo había dicho también que pasaba en Seprelad, que filtraba información, filtró información sobre un supuesto caso mío, el propio secretario del presidente”, dijo el parlamentario.
“Ahora Gafilat nos da la razón que es una debilidad la filtración de datos de una Unidad de Investigación Financiera y esto se da en este gobierno”, remarcó el diputado al tiempo de expresar que este tipo de situaciones le genera miedo ya que sostiene que existen no solo políticos que son escuchados de manera irregular sino que también periodistas y otros ciudadanos.
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