El gobernador de Boquerón, Darío Medina, anunció que pedirá al Congreso Nacional la aprobación de una ley de emergencia departamental ante la prolongada sequía que azota a la región. Dijo que en los últimos tres años solo llovió un tercio de lo habitual, por lo que existe un fuerte impacto en el sector productivo, así como en unas 150 comunidades indígenas.
“El panorama está realmente crítico, si bien llovió un poco hace unas semanas atrás, pero en la mayoría de la región del departamento de Boquerón no tuvimos todavía lluvia. Y es el tercer año consecutivo en que se suma la sequía y eso es lo más grave”, dijo a la 800 AM.
El jefe departamental describió que la falta de lluvia hizo que se estén secando prácticamente todas las fuentes de agua y los tajamares, volviendo aún más preocupante la situación, sobre todo para los habitantes que dependen del vital líquido. Afirmó que al menos 150 comunidades indígenas sufren la escasez de agua, sin contar que también la agricultura y la ganadería se ven resentidas por culpa de este problema. “La afectación es general, para consumo humano y para el consumo animal también”, puntualizó.
También preocupa la falta de continuidad de los trabajos de reparación de un tramo de 40 kilómetros del acueducto, a raíz de una rotura, conforme expresó. Es por esta razón que Medina considera urgente la sanción de una ley que disponga la declaración departamental, a fin de involucrar a otras instituciones del Estado en la asistencia tanto en recursos financieros como en personal, para ayudar a la población.
De momento existen promesas de reparación del acueducto por parte del ministro de Obras Públicas, Rodolfo Segovia. Y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) se está ocupando de abastecer agua a las comunidades indígenas.
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“En todo este período de tres años llovió nada más que un tercio de lo que debería llover y es natural que este año sea más crítico para nosotros porque el año pasado teníamos más fuente de agua. Los tajamares estaban todavía por lo menos hasta la mitad, pero ahora se están secando todos”, comentó.
En relación al estado del acueducto, el gobernador refirió que el mismo no funciona, haciendo más caótica la convivencia. “La vez pasada esperamos dos meses para que venga el agua, vino como 15 días, pero ahora nuevamente tiene problema en los caños, principalmente los ductos que vienen de Puerto Casado a Loma Plata, hay un tramo de aproximadamente 40 kilómetros que hay que reemplazar o reparar totalmente”, remarcó.
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