Desde la Basílica de San Pedro, el monseñor Adalberto Martínez Flores dio un breve mensaje para el pueblo paraguayo, a horas de ser investido como el primer cardenal paraguayo ante el Vaticano. Consideró su designación como un regalo del papa Francisco para nuestro país, y dijo que está aprovechando el momento para rezar junto con otros religiosos, además para confraternizar con la veintena de futuros cardenales.
“Un saludo muy especial a todos los compatriotas en el Paraguay y en todo el mundo. Estamos muy felices de estar aquí también con el Santo Padre y compartir este momento de tanta alegría con la comunidad hispana católica y paraguaya para este regalo que el Papa está haciendo al país, teniendo el primer cardenal paraguayo”, dijo Martínez en vídeo socializado en redes sociales.
El prelado no ocultó su emoción y aguarda expectante participar del consistorio que se llevará a cabo este sábado 27 de agosto a las 10:00 (hora paraguaya) y la posterior imposición del birrete y el anillo cardenalicio por parte del papa Francisco a los 21 nuevos purpurados.
Encuentro con sus pares
Destacó que estos días previos a la ceremonia está aprovechando para compartir con sus colegas cardenales “este momento tan especial para toda la Iglesia. Y siempre que estamos aquí visitamos la tumba de San Pedro y al sucesor de Pedro que es el Santo Padre por quien rezamos por su salud, por su fortaleza y para que siga confirmándonos en la fe”, significó. Por último, el arzobispo metropolitano se despidió enviando la bendición para todo el pueblo paraguayo.
Con la designación, el monseñor Martínez Flores formará parte del colegio cardenalicio compuesto por 206 cardenales de todo el mundo y con el título de cardenal es llamado a asistir al papa Francisco en el gobierno de la iglesia universal. El mismo no tendrá residencia permanente en Roma, tras la ceremonia de imposición del birrete y anillo cardenalicio de la mano del Sumo Pontífice. El religioso volverá a Paraguay a continuar con su misión de arzobispo metropolitano en Asunción.
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El compatriota designado en el alto cargo de la Iglesia católica recibirá los tratos de “eminencia reverendísima”, por su título de cardenal, así las personas se referirán a él a su regreso al país el próximo 1 de setiembre. Martínez Flores participará del consistorio ordinario y público donde recibirá los atributos (anillo y birrete) y vestirá de rojo o purpurado como se conoce. El color representa que a partir de su título, él es llamado a dar su sangre incluso por la iglesia universal, explicaron voceros del Arzobispado de Asunción.
“El Papa Benedicto XV estableció que, a partir del año 1918, todos los cardenales debían ser presbíteros, es decir, tener al menos el segundo grado del ministerio del orden que es el presbiterado. Los cardenales son elegidos libremente por el Romano Pontífice, no se solicita ese título, sino que es el Papa de manera libre él elige a quien conceder este título honorifico”, destacó la doctora Mariela Gauto, abogada canonista durante una conferencia de prensa realizada este jueves en el Arzobispado.