La diputada Roció Abed intervino durante la sesión ordinaria de la Cámara Baja para plantear la necesidad de que se tomen medidas serias para evitar muertes en el distrito de Itakyry, en el departamento de Alto Paraná, donde el fin de semana último un grupo de indígenas atropelló una propiedad privada causando cuantiosos destrozos. La familia Torras atacada por encapuchados presentó la denuncia ante la Fiscalía y existe casi una veintena de detenidos.
“Hay víctimas, tanto los indígenas como los propietarios en esta situación y el victimario es el Estado”, afirmó Abed al calificar de “preocupante y acuciante” lo acontecido el sábado pasado en la citada localidad.
La legisladora altoparanaense cuestionó que las instituciones del Estado, tales como, el Instituto Nacional del Indígena (Indi) y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) “no se ponen de acuerdo”, para hallar una solución a la problemática. “Hay títulos tanto del Indi como del Indert que están superpuestos, no puede concebirse que en un gobierno, dos instituciones del Estado no se pongan de acuerdo”, lamentó.
Abed cuestionó que a pesar de los esfuerzos y los reiterados pedidos de solución, desde el Poder Ejecutivo no se le dio la atención debida a este problema, y pese a las advertencias hechas, se produjeron hechos de violencia.
“Estamos al borde, ¿qué esperamos, que haya un muerto para tomar la cuestión en serio?. Que de una vez por todas el Ejecutivo haga algo, por lo menos organizar una mesa de trabajo. El conflicto es grave, muy grave” alertó.
El ataque
Tras el ataque a la estancia de la familia Torras en la colonia Tape Yke, distrito de Itakyry, al norte de Alto Paraná, la Policía detuvo a Rafael Esquivel, más conocido como “Mbururu”, sindicado como cabecilla de la turba que causó destrozos y golpeó a los hermanos Torras durante un asalto a cara encubierta, a plena luz del día.
Los desconocidos encapuchados irrumpieron en el establecimiento y quemaron un tractor, además de golpear a los propietarios. Faenaron animales y causaron varios destrozos en la vivienda, según las evidencias publicadas en los medios de comunicación. Los hermanos Carlos y Pedro Torras, ambos sexagenarios, fueron salvajemente golpeados por los invasores, de acuerdo con la denuncia. Las víctimas fueron despojadas hasta de sus teléfonos celulares, según declaraciones de senadores que visitaron la zona para interiorizarse de lo ocurrido.
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