El dirigente liberal y exsenador, Dionisio Amarilla, indicó que la declaración del vicepresidente Hugo Velázquez, que desistió a renunciar al cargo del segundo del Ejecutivo, se podría interpretar como una rebeldía hacia lo que se comenta que hubo una suerte de “gestión extraordinaria” para acelerar el anuncio. Al respecto, señaló que esto recién comienza a ser divertido, porque el vicepresidente Velázquez sabe mucho, y aún podría comenzar a hablar y de su boca se van a conocer mucho todavía.
El político, que fue entrevistado en radio Ñandutí, indicó que cuando más se resiste ahí más va a dar gusto, “ahí jaikua’aveta ijúru rupive (sabremos de su boca)”, afirmó y mencionó que el segundo al mando conoce varias cuestiones “irregulares”, consumadas durante la gestión del actual gobierno al mando del presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
“Su propio vicepresidente de la República, dicen que dijo, que cuándo él comience a hablar se va destartalar esto. Y quién puede negar que bajo este Gobierno la deuda del país se incrementó a 15.000 millones de dólares. Si bien es cierto que durante la pandemia se derritieron 2.000 millones de dólares, qué ha hecho el Partido Liberal Radical Auténtico, cuándo nosotros le reclamábamos a Efraín que cambie su discurso o en todo caso lo amplíe su discurso de patria o mafia; exigiendo rendición de cuentas al Gobierno. Nos apagaba el micrófono, nunca nos reunimos en sesión abierta en el Directorio, siempre lo hizo de manera virtual porque no quiere escucharnos y evidentemente es un encubridor abierto, él y sus seguidores, de la pésima gestión de este gobierno”, acotó.
División en la Concertación
Por otra parte, habló acerca de la Concertación. Amarilla señaló que así como está manejando el Directorio, de la misma forma está manejando la Concertación, con reuniones virtuales junto con Guillermo Ferreiro, “un desconocido político que tiene menos votos que un delegado de un colegio nocturno de cualquier distrito del país, igual que amiga Desirée Masi, manejaban la Concertación como un kiosko, y está a la vista los resultados. Jamás se priorizó el plan nacional que nos conduzcan al gobierno, por lo menos hasta el 2030″, enfatizó.
Indicó que de diversos sectores le han manifestado a gritos que esa no era la manera de llevar el diálogo, porque había sectores que pensaban diferente. Se le pidió bajar sobre la mesa las aspiraciones y proyectos nacionales, y luego discutir los puntos difíciles. “Tenemos finalmente una Concertación dividida, una diáspora consumada, unos sectores atomizados, y seguramente y con justa razón vamos a encontrarnos con un frente que vamos a competir en el 2023, y puede terminar dividiendo a la oposición”, indicó.
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