En el desarrollo de la interpelación al titular del Instituto de Previsión Social (IPS), Vicente Bataglia, desde la bancada de Honor Colorado manifiestan que el presidente debería centrarse en responder la serie de denuncias que pesan sobre su gestión y administración.

“El formulario es muy nutrido y hace alusión específicamente a hechos de público conocimiento que hacen dudar del IPS en cuanto a su administración y funcionamiento. Sabemos de las contrataciones amañadas y la famosa historia de Palumbo, que fuera contratada una cocinera para un trabajo de servicio de limpieza, sin mencionar el caso del señor Samudio, que fue la gota que colmó el vaso”, manifestó la diputada colorada Rocío Abed.

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Por su parte, el diputado y líder de la bancada de Honor Colorado, Basilio Núñez, manifestó que han cumplido como bancada presentando primeramente un proyecto de declaración para que se desarrolle una solución rápida, instando al presidente de la República a que le destituya por todas las informaciones pertinentes. “Ahora, otro grupo presentó un pedido de interpelación y acompañamos al ver que no tendríamos los números en la resolución presentada”, contó.

“La interpelación alarga el proceso porque estamos hablando de algo que sucedió hace más de tres semanas. Se le va a preguntar sobre diversos puntos como el aspecto administrativo y médico, para luego definir si se aprueba o no el voto censura. Nuestra bancada preparó más de 20 preguntas y fue la única que presentó cuestionamientos ya de entrada”, señaló.

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Debate sobre Itaipú

El líder de la bancada Honor Colorado también habló sobre la negociación entre Paraguay y Brasil, que terminó con la reducción del 8,2% de la tarifa energética. Ante esto, manifestó que la preocupación en el Parlamento viene en torno a la mala negociación que pudo desarrollarse, de acuerdo a delineamientos técnicos.

“Fue una mala negociación porque nosotros, siendo dueños del 50%, solo dispondremos del 15% del uso de la energía y dejaremos que el porcentaje no utilizado, más el otro 50% que ya le corresponde, Brasil lo utilice como quiera”, sentenció Núñez agregando también que esto sienta un mal precedente en cuanto a las conversaciones sobre el Anexo C, aparte de mencionarse una posible pérdida de U$S 1.000 millones de ingresos al año.

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