A seis meses de las graves denuncias del vínculo entre Arnaldo Giuzzio, entonces ministro del Interior, y uno de los supuestos narcotraficantes más buscados en el Brasil, que Nación Media ha destapado desde febrero pasado con una serie de publicaciones que continúan hasta estos días; el vecino país proveyó información documental que confirma el trato cercano entre el destituido funcionario y Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua.
El abogado Arnaldo Giuzzio, hasta el 2017 del Partido Democrático Progresista (PDP), parcela política familiar de Desirée Masi y Rafael Filizzola, fue el único en esa cartera del gobierno de Abdo removido del cargo por vía de la destitución. Todos los demás ministros encargados de la seguridad interna o renunciaron o bien fueron movidos a otros puestos.
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Con Giuzzio ocurrió de otra manera. Si bien Abdo lo blindó durante meses, en febrero de este año se vio obligado a destituirlo del cargo cuando saltaron la cercanía y “familiaridad” de presuntos vínculos de Arnaldo Giuzzio con el brasileño Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, este último detenido por la Policía Federal del Brasil en la operación Turf y considerado como uno de los narcotraficantes más buscados.
Cuando se conoció la noticia y se publicaron las evidencias gráficas de la cercanía entre Giuzzio y Marqués de Padua, cuasiproveedor de municiones y chalecos antibalas para la Policía Nacional, además del detalle de que el brasileño le “prestó” a Giuzzio un vehículo para movilizarse en sus vacaciones, Abdo no tuvo más remedio que destituir a Giuzzio. El vínculo entre Giuzzio y el presunto narco podría explicar además la negligente labor de la Senad en el operativo que permitió la fuga de otro de los buscados, Lindomar Reges Furtado.
Objetivo del Operativo Turf
El 21 de febrero, La Nación revelaba que el entonces ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, utilizó para vacacionar en el Brasil una camioneta de la marca Kia con chapa número WCGC 805, registrada a nombre de la empresa Ombu SA, propiedad de Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, sindicado por la ministra de la Senad, Zully Rolón, como un presunto narcotraficante detenido en Brasil y quien habría sido el principal objetivo del Operativo Turf, realizado esa semana en el Paraná Country Club de Hernandarias.
Marqués de Padua también aparece en varias fotografías con Giuzzio, ya que el mismo pretendía convertirse en proveedor de equipos de blindajes y chalecos antibalas para el Ministerio del Interior y la Policía Nacional. El vínculo entre Giuzzio y el presunto narco podría arrojar conclusiones acerca de la negligente labor de la Senad en el operativo que permitió la fuga de otro de los buscados, Lindomar Reges Furtado. Debido al escándalo, fue destituido el 22 de febrero y enn su reemplazo fue designado Federico González.
Filtraciones desde el Gobierno
En semanas recientes, la Unidad de Investigación Nación Media viene develando los informes de inteligencia que señalan filtraciones de investigaciones a presuntos capos del narcotráfico que hasta la fecha no pudieron ser capturados. Los que siguen en libertad tras los megaoperativos desarrollados en el 2022 son Sebastián Marset, Miguel “Tío Rico” Insfrán y Lindomar Reges Furtado.
Tanto desde la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), con Zully Rolón al frente, y desde el Ministerio del Interior, con el exministro Arnaldo Giuzzio a la cabeza y que también estuvo en Senad, se filtraban datos sensibles sobre la observación en curso que se realizaba a la organización dirigida presuntamente por el uruguayo Marset.
Al finalizar el análisis de las aproximadamente 500 páginas del informe de inteligencia y transcripciones de escuchas telefónicas de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU de la Senad), uno de los puntos sumamente relevantes a señalar es que ninguna de las cabezas del cártel indagado cayó en manos de la Justicia.