El abogado Óscar Tuma manifestó su preocupación ante el llamativo silencio o aparente desinterés de sectores políticos, e incluso del propio Gobierno, que no toma cartas en el asunto en cuanto a las graves denuncias de filtración de información de investigación realizada por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), respecto a los presuntos capos del narcotráfico vinculados al megaoperativo A Ultranza Py, atendiendo a la serie de publicaciones que lleva adelante el equipo de investigación de Nación Media.
En comunicación con La Nación, el abogado que actualmente se postula como precandidato para el Senado Nacional, lamentó que sobre todo la oposición no se manifieste ante estos graves hechos que dañan la imagen de una institución, como un ente dedicado a la percusión del narcotráfico, pero que ahora se evidencien graves filtraciones de investigaciones y no exista una reacción por parte de sectores políticos. Lamentó igualmente, que durante la administración de Arnaldo Giuzzio la institución sufrió un grave retroceso.
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Asimismo, Tuma rechaza el hecho que delicados informes de inteligencia de investigaciones a presuntos capos del narcotráfico que hasta la fecha no fueron capturados, incluso tras los megaoperativos desarrollados en el 2022, como Sebastián Marset, Miguel “Tío Rico” Insfrán y Lindomar Reges Furtado, sean filtrados. Al respecto, indicó que lo único que se percibe es que la clase política está aprovechando las circunstancias actuales que acaparan los titulares y eluden una situación tan delicada como la expuesta anteriormente.
“Esto no puede pasar desapercibido, más aún porque es un penoso retroceso para la institución que venía haciendo un trabajo respetable, que con mucho sacrificio construyó una imagen de un trabajo que lastimosamente desde la conducción de Arnaldo Giuzzio durante este gobierno, la institución se ocupó de generar persecución política, dejando de lado sus funciones mismas, un total retroceso”, comentó.
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A lo que añadió, que cuando una institución retrocede en su imagen institucional, ante la percepción ciudadana, eso cuesta mucho volver a recuperar, y lograr que los resultados generen de vuelta la confianza que tenía.
“Son hechos sumamente graves que no pueden quedar en la nada. Se debe investigar y sobre todo se debe tomar la atención debida a una situación como esa. Sin embargo, lo que se ve es que la Senad es un órgano jerárquico, que políticamente, si no existe una vinculación directa con el hecho, debe sufrir las consecuencias políticas y tampoco se ve eso en el actuar del presidente de la República, ni tampoco en la clase política que mira para otro lado ante estos hechos”, acotó.
Insistió que esta situación no puede ser ignorada por el presidente de la República, que debería estar tomando las medidas necesarias atendiendo a que no solo los hechos se dieron bajo la administración de Giuzzio, sino que además involucra la gestión de la actual ministra de la Senad, Zully Rolón que durante este periodo de investigación y filtración ya era la actual titular de la institución e incluso fue viceministra de Giuzzio y la recomendada para su reemplazo cuando a él lo designan ministro del Interior.
Finalmente, señaló que esto también afecta la imagen del país, a nivel regional e internacional, porque evidentemente las investigaciones deberían partir desde Paraguay, porque comenzó aquí, sin embargo fueron las agencias de los países vecinos las que terminan informando de lo que se generó en las narices de las autoridades. “Eso significa que evidentemente hay una complicidad en todo lo que se viene realizando, no hay otra explicación”, concluyó.
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