El periódico colombiano El Tiempo publicó un material que deja al descubierto un esquema de narcotráfico encabezado por el uruguayo Sebastián Marset y por el clan Insfrán, vinculados a Miguel Zaldívar, propietario del Banco Atlas y esposo de Natalia Zuccolillo, quien era habitué de las prácticas automovilísticas realizadas en la propiedad de Miguel “Tío Rico” Insfrán.
En cuanto al pastor José Insfrán, también prófugo, es allegado al vicepresidente Hugo Velázquez y al exdiputado oficialista Juan Carlos Ozorio, incluso hay una foto de ellos en las que están abrazados en el marco de una truncada carrera política del religioso narco, que en octubre de 2021 emergía como un posible precandidato a la gobernación de Canindeyú dentro del oficialismo.
El medio de Colombia, que este martes trascendió la hipótesis de que Marset y los Insfrán podrían estar entre los mandantes del crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci hace tres meses, señala que tuvo acceso a la supuesta versión que dio a los investigadores el considerado cerebro del crimen, Francisco Luis Correa Galeano, de 43 años, quien tuvo la tarea de contratar a los 2 sicarios y a otros 3 colaboradores del asesinato ocurrido el 10 de mayo pasado en la isla de Barú (Cartagena), de acuerdo a las investigaciones realizadas por las autoridades colombianas junto con el Ministerio Público paraguayo.
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La publicación de El Tiempo refiere que, a través de las declaraciones de Correa Galeano, los investigadores desarrollaron varios perfiles sobre los presuntos sicarios hasta finalizar en una presunta “hipótesis sólida”, la cual hace mención que el crimen de Pecci fue ordenado por el clan Insfrán mediante su líder Miguel Ángel Insfrán, con el calificativo de “Tío Rico”, y Sebastián Marset.
No obstante, el fiscal de Asuntos Internacionales Manuel Doldán rechazó la versión dada por el medio de comunicación y refirió que el fiscal Pecci no tuvo injerencia en la detención del clan Insfrán dentro de la operación A ultranza Py, desplegada en febrero de este año. “Marcelo no tiene nada que ver con la captura del clan Insfrán. Tuvo intervención en una causa desvinculada, en un homicidio que no tiene que ver con el foco investigativo”, sentenció Doldán este martes a través de un radio asuncena.
Vínculo con los Zaldívar-Zuccolillo
Tanto Insfrán como Marset dirigían un gran esquema narco que se desempeñaba en el tráfico de cocaína con destino a Europa, de acuerdo a las investigaciones recabadas durante el megaoperativo denominado A Ultranza Py, que se inició en febrero pasado y cuenta con la colaboración de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol), la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas de Uruguay, así como el Ministerio Público paraguayo.
Una investigación anterior de La Nación-Nación Media confirmó que Miky Zaldívar y su hijo Fabrizio “Fau” Zaldívar eran asiduos visitantes de una propiedad de 1.600 hectáreas pertenecientes a “Tío Rico”, ubicada en la localidad de 25 de Diciembre, en el departamento de San Pedro. Tanto Miky Saldívar como su hijo Fabrizio presumían en redes sociales sus maratónicas prácticas de rally en propiedad del narco más buscado, “Tío Rico” Insfrán. Referentes del rubro comentaron en ese momento que es sabido que hasta repuestos compraba el presidente del Banco Atlas al hoy prófugo del narcotráfico.
Además de esto, mientras Miky practicaba rally en estancia de “Tío Rico”, otros sindicados narcotraficantes son clientes del banco que este preside. Documentos filtrados también revelaron que el Banco Atlas administra fideicomiso del exdiputado Juan Carlos Ozorio, imputado por tráfico de droga, lavado de dinero y asociación criminal. El acuerdo consiste en un fideicomiso de garantías constituido con un inmueble de Ozorio valuado en G. 933 millones y con vigencia hasta el 2031.
El clan Insfrán, Hugo Velázquez y el oficialismo
El vicepresidente Hugo Velázquez es allegado a otro de los hermanos Insfrán, específicamente al pastor José Insfrán. Antes de que se inicie el operativo A ultranza Py se manejaba la información de que el pastor incluso iba a pugnar por la Gobernación de Canindeyú por el movimiento oficialista, además de que el propio pastor publicó una fotografía en compañía del segundo del Poder Ejecutivo.
En el templo en el que Insfrán era pastor, la Iglesia de Avivamiento en Curuguaty (Canindeyú), fue objeto de investigación por presunto lavado de dinero, ya que en el lugar se llevaban a cabo grandes eventos, tenían visitas de “apóstoles y profetas” que eran traídos en vuelos privados desde Colombia, e incluso instalaciones importantes, como piscinas olímpicas.
Desde el Ministerio Público señalaron que los movimientos económicos del pastor Insfrán y de la iglesia eran poco usuales, muchas de las operaciones no coincidían y una de las hipótesis de la pesquisa es que el bienestar económico tiene como fuente a Colombia, a donde José Insfrán viaja asiduamente, varias veces acompañado por el exdiputado Juan Carlos Ozorio.
Causa de muerte del fiscal Pecci
De acuerdo a la publicación periodística, la causa principal para ordenar el asesinato del agente fiscal se originó el pasado 22 de abril cuando se requirió la captura de 5 hermanos del clan Insfrán dentro del operativo A Ultranza Py, siendo el menor de ellos capturado en la zona de San Pedro, Conrado Ramón Insfrán Villalba.
La detención de este y otros miembros del clan narco habría motivado, según esta hipótesis expuesta por El Tiempo, a Miguel Ángel ordenar la muerte de Pecci como un acto de venganza, debido a que estaba seguro que el agente instruyó la solicitud de captura de sus familiares.
El uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera, de 30 años, fue detenido en el aeropuerto de Dubái cuando intentó ingresar en los Emiratos Árabes Unidos con un pasaporte paraguayo falso, en octubre de 2021. Sin embargo, habría recuperado su libertad y actualmente podría estar en África. Este martes, medios uruguayos dieron confirmación de que el abogado Alejandro Balbi, vicepresidente del club Nacional, fue el encargado de retirar en Montevideo el pasaporte que el gobierno uruguayo le dio al narco Sebastián Marset.