Eladio Loizaga, excanciller nacional, habló sobre el pago que realizó el Gobierno por los servicios de una agencia lobista en Estados Unidos, asegurando que se trata de una institución legal en dicho país. Explicó que los lobistas son los más grandes gestores en las empresas norteamericanas y que por lo general se relacionan a cuestiones más comerciales y no de tintes más políticos.

“Contratar a efecto de audiencias es raro, para eso está la embajada, la Cancillería. Siempre se recurrió a la embajada para gestar las reuniones. Por eso llama la atención que se tenga que contactar con un lobista para acceder a una reunión”, sostuvo Loizaga a “Así son las cosas”, de Universo 970 AM.

El diplomático siguió señalando que si la senadora Samaniego “va en representación del Gobierno, se debe saber cuál es el objetivo de la misión. Cualquiera que hable con un representante e invoque la investidura oficial, se piensa que es la voz oficial del gobierno o del cuerpo que representa”.

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Al ser consultado si Samaniego podría presentarse como presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, remarcó que “si fue en ese carácter, debería tener la anuencia de sus pares”, y estos, en contrapartida, deberían saber a qué fue. “Merecemos saber cuál fue su misión y las conversaciones que mantuvo”, subrayó Loizaga.

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Antecedentes

Por medio de un formulario del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, denominado FARA, que es una información pública, se pudo comprobar que la senadora oficialista Lilian Samaniego, en su reciente visita al país del Norte el pasado mes de julio, en realidad consiguió reunirse con autoridades norteamericanas gracias a las gestiones de una firma consultora dedicada a hacer lobby.

La senadora acordó verbalmente compensar a Planty & Asociados con un honorario de US$ 7.500 (G. 51 millones) por la próxima visita de tres días a la capital estadounidense.

De este modo, se confirma que el oficialismo colorado acicateado por el propio gobierno de Mario Abdo Benítez tuvo intervención directa y estuvo operando ante autoridades de los Estados Unidos para influir sobre la imagen del expresidente Horacio Cartes, quien unas semanas después fue designado como “significativamente corrupto” por el secretario de Estado.

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