Por Macarena Duarte

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Las internas partidarias traen consigo fugas significativas como las de Silvio Ovelar o el más reciente cachetazo político: el cambio de Luifer Bernal. El “desangre” dirigencial debilita electoralmente a cualquier grupo, sobre todo si se trata de las internas coloradas.

La victoria en las elecciones se encuentra ligada a diversos componentes, ya sean económicos o relacionados a los propios proyectos que ofrecen determinados movimientos. Sin embargo, un aspecto que no se encuentra exento del éxito partidario es el factor del caudal electoral, el cual en su mayoría viene asegurado por los dirigentes políticos, sobre todo aquellos más experimentados.

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“Por eso las fugas de referentes resultan tan importantes porque se relacionan con el control del territorio a través de los liderazgos locales. En el caso del concejal Bernal, por ejemplo, siendo la cabeza de la lista del movimiento oficialista en las últimas elecciones municipales, al tomar la decisión de incorporarse a Honor Colorado genera la pérdida de control territorial para el oficialismo”, remarcó el politólogo Luis Fretes Carreras, en entrevista con La Nación/Nación Media.

Debilitamiento

De este modo, los cambios de bando en épocas electorales no solo se pueden interpretar como un resquebrajamiento político, sino también como un debilitamiento que probablemente pasará factura a un movimiento en términos de votos. En el caso del oficialismo, con 30 fugas importantes de sus principales referentes, la balanza electoral comienza a pesar más por un lado, generando la salida de sus referentes, una importante y real sensación de victoria al rival político.

“Las dirigencias son importantes porque en nuestra cultura las personas votan en grupos. En nuestra sociedad se otorga un valor muy importante a los dirigentes porque finalmente los ciudadanos terminan recurriendo a ellos ante cualquier eventualidad social e incluso ante casos de problemas administrativos, siendo esto producto de un sistema político ya arrastrado”, manifestó el especialista.

¿Qué generan los cambios?

Que cambien de bando dirigentes como Juan Carlos Galaverna, Silvio Ovelar, Enrique Riera, sin mencionar gobernadores como Carlos Giménez (San Pedro), César Ramírez (Canindeyú), Juan Carlos Vera (Guairá), no pasa desapercibido para nadie, teniendo en cuenta el componente electoral que representa cada uno de ellos.

Hubo saltos de figuras determinantes a Honor Colorado, pero referentes aglutinadores como Galaverna y Ovelar ya habían tomado la decisión antes de la fundación de Fuerza Republicana. Entonces, ese apéndice generado del movimiento Añetete terminó por traer consigo una avalancha de nuevas fugas, lejos de su concepción inicial, que probablemente estuvo vinculada con la generación de mayores adhesiones.

“En épocas electorales la posibilidad de sumar referentes políticos partidarios, caudillos o líderes locales ayuda a generar una sensación de triunfo que puede impactar mediáticamente en el electorado partidario. Muestra al proyecto político como poderoso y atractivo en la competencia electoral interna, y le permite además sumar potenciales recursos y alguna base electoral”, señaló el politólogo Camilo Filártiga para La Nación/Nación Media.

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El especialista detalló que dependiendo de quien se trate, de cuál sea su ámbito territorial de acción o dónde tenga su base electoral, el dirigente político puede aportar o captar recursos económicos, así como movilizar sus bases a favor del nuevo movimiento o partido que lo incorpora; esto sin mencionar que se pone a disposición del nuevo espacio político una red de contactos e influencias.

Más bajas en la contienda electoral

Por ello, de los pocos referentes partidarios que quedaron, la mayoría decidió retirarse en medio de un fuerte contexto electoral, donde resulta inadmisible dentro de unas competitivas internas dar un manotazo de ahogado a la expectativa de una victoria. De hecho, Luifer Bernal había reflexionado sobre la causa de las pérdidas de “jugadores” que sufre Fuerza Republicana y adelantó que será inevitable observar más bajas del movimiento en lo que resta de la contienda electoral.

Hay que señalar que si bien las fugas de dirigentes no constituyen un único factor, de cara a unas internas decisivas los cambios representan una innegable cachetada política que impactará de alguna u otra manera, ya que se favorece al debilitamiento de uno de los sectores.

Pasaron a Honor Colorado

La lista está encabezada por los senadores Juan Carlos Galaverna (Central), Silvio Ovelar (Caaguazú), Enrique Riera (Capital) y Martín Arévalo (Capital). En cuanto a diputados: Pastor Soria (San Pedro), Juan Carlos “Nano” Galaverna (h) (Central), Guadalupe Aveiro (Capital), Martín Samaniego (Paraguarí), Rubén Balbuena (Itapúa) y Marlene Ocampos (Alto Paraguay). Parlasur: María Eugenia Crichigno. También los gobernadores Carlos Giménez (San Pedro), César “Tigre” Ramírez (Canindeyú), Juan Carlos Vera (Guairá), Pedro Díaz Verón (Caazapá), Roberto González Vaesken (Alto Paraná).

En cuanto a intendentes, Gil Amarilla (Obligado), Patricia Corvalán (Quyquyhó), Gustavo Penayo (Caapucú) y José Luis Benítez (San Juan Bautista Misiones). También los concejales Luis Fernando Bernal (Asunción) - Presidente de la Junta Municipal, Santiago Soto Villordo (San Juan Bautista de Ñeembucú) - Presidente de la Junta Municipal, María Gloria Rodríguez (San Ignacio) - Presidenta de la Junta Municipal, Nasser Esgaib (Asunción) y presidente de seccional, Édgar Altamirano (San Juan Bautista Misiones), José Molinas (Mariscal Estigarribia).

La lista sigue con los dirigentes Yamil Esgaib, de Asunción; Ariel Ferreira, de Concepción; Javier Ríos, de General Díaz, y José Alderete también de Asunción.

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