En publicaciones anteriores, La Nación se había hecho eco de las denuncias de persecuciones políticas que se registran en diversos estamentos del Estado con funcionarios que no comparten la misma línea política que el oficialismo. El Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) se suma a la lista de esas instituciones y, de acuerdo a nuevas denuncias, ahora su presidenta, Gail González Yaluff, buscaría la integración de una coordinadora colorada en el instituto, de cara a las elecciones generales del próximo año.
“Se vale de un método de forzar a los funcionarios a través de terceros. El gerente general y la directora de secretaría jurídica subliminalmente hacen llegar esa presión para que asistan a la conformación de una coordinadora”, contó Lino Ávila, secretario general del Sindicato de la Reforma Agraria (Sintra) en contacto con La Nación-Nación Media, en alusión a un acto político previsto para esta mañana en la ciudad de Coronel Oviedo.
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El sindicalista manifestó que con esto presume que la presidenta de la institución utiliza los recursos del Indert para beneficios particulares. Además, agregó que González Yaluff prioriza la política y se olvida de su rol como presidenta dentro del instituto.
“Lo que yo creo que quiere hacer es posicionarse con el oficialismo y la manera no es exigiendo a su funcionariado para que acompañe sus pretensiones políticas. Ella es candidata para integrar la Junta de Gobierno, cuando una ley del estatuto agrario impide que la presidenta de una institución se inmiscuya en cuestiones políticas”, detalló el secretario.
En la Ley Nº 2419/2013, que crea el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra, el artículo manifestado por Ávila es el Nº 10, de la Dirección y Administración - Servicio Exclusivo, que detalla en su reglamentación que el presidente “no podrá desarrollar actividades del índole político partidarias ni ocupar cargos o aceptar designaciones de tal carácter, en tanto duren sus funciones”.
Preocupaciones
Ávila señaló que cada persona es libre para optar por el partido que fuera, pero “lo que me preocupa como secretario general es que se recurran a procedimientos violentando la voluntad del funcionariado, donde se procede a quitar a alguien del cargo, premiando a otros, etcétera”, sentenció el secretario.
Comentó que muchos funcionarios se encuentran en esa línea, pero no realizan sus denuncias por miedo a represalias. “En todas las direcciones regionales existe ese miedo, torciendo la voluntad de la gente que de repente se siente forzada a ir a esa integración. Desde mi equipo del sindicato no vamos a acompañar cualquier hecho que pueda torcer voluntades y mucho menos atacar a la gente del funcionariado para que sean arreados”, indicó.
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No obstante, el sindicalista recomendó a diversos funcionarios de la institución que, de todos modos, asistan a la conformación de la coordinadora y otros actos particulares, con el fin de evitar represalias o negativas consecuencias laborales por acompañar al equipo del sindicato.
“La persecución y el amedrentamiento es como la corrupción: existe, pero no se puede demostrar. Diversos funcionarios se constituyen en nuestra base gremial y nos cuestan sobre la situación; a nosotros no nos queda de otra que recurrir únicamente a la herramienta de ventilar toda esta realidad que vivimos”, manifestó Ávila.