De cara a unas elecciones presidenciales que ya se encuentran a la vuelta de la esquina, las disidencias o discrepancias resultan habituales en todo equipo de trabajo. Sin embargo, al hablar de la Concertación Nacional, las constantes dudas o reproches internos son de esperarse, pero los proyectos de gobierno deben ser la prioridad.

“Si la decisión de la chapa de Efraín no satisface el imaginario que la oposición tiene de la línea política de la Concertación, al final no sé si hay un proyecto o si simplemente se trata del grado de acatamiento que haya del liderazgo de Efraín”, observó el politólogo Hugo Duarte en conversación con La Nación.

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Destacó que cualquier decisión que se tome significará algo importante porque si se ve una ruptura o un sector sale molesto de la Concertación, por la decisión de Efraín, quiere decir que no existía un proyecto real, sino más bien un entramado donde se quería construir un frente de anticolorados y nada más.

“Si yo estoy trabajando en una Concertación y logro instalar gran parte de un programa de gobierno o mis principios políticos como objetivo de esa concertación, entonces no tiene sentido que esté peleando si la chapa o la Vicepresidencia me va a gustar o no. Esto me da la pista de que el acuerdo programático como tal no es muy sólido en la elaboración de la Concertación”, remarcó el analista, destacando que al final todo depende de quiénes ocupan los espacios de poder.

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Así, Duarte hizo hincapié en que, si la situación se desenvuelve de esa manera, claramente la elaboración del proyecto programático no es lo que mantendría unida a la coalición, sino la adhesión que existe hacia los liderazgos de la Concertación.

Duarte refirió que la Concertación está, probablemente, en su momento más definitorio, y desde el momento en que Efraín comunique la chapa, se verá si lo que prima en la Concertación es simplemente una adhesión a liderazgos o el vínculo real de los demás líderes políticos con el proyecto. Esto porque da la impresión de que la división en la amalgama opositora será la definición de la chapa que encabezará Efraín.

Por otra parte, señaló que para determinar un proyecto, sea del movimiento político que fuere, dependerá de quién logre motivar al electorado, cómo se construye el mensaje político y el grado de confianza que logre desarrollar el plan de la Concertación sobre la estabilidad que pueda ofrecer.

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“Yo creo que hay confianza en algunos sectores; ahora la desconfianza llegaría en cómo funcionaría la mezcla de agua y aceite: hay sectores muy al extremo en lo que es la Concertación”, manifestó el analista, destacando que, al final, la mayor parte del electorado liberal podrá definir diversas cuestiones en su mayoría.