La fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez, aseguró que el crimen organizado ha alcanzado niveles de violencia “sin precedentes” tanto en nuestro país como en la región, por lo que abogó a sus colegas de otros países trabajar coordinadamente para luchar contra este flagelo.
La titular del Ministerio Público participó este jueves de la apertura de la XXIX Asamblea General de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, que se desarrolla en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia.
El evento cuenta con la participación de los Fiscales Generales de la región y se convierte en un punto de encuentro en que los mismos tienen la posibilidad de debatir y analizar cuestiones concernientes al desempeño de las instituciones a su cargo.
Durante el acto de apertura se solicitó un minuto de silencio para realizar un homenaje póstumo a los fiscales de la región Marcelo Pecci, Karen Almendares y Luz Marina Delgado, quienes fueron asesinados a raíz de su lucha contra el crimen organizado.
Al hacer uso de palabra, Sandra Quiñónez manifestó que el crimen organizado en este año ha alcanzado niveles de violencia “sin precedentes” y sostuvo que hoy, desde la clandestinidad “la mafia internacional atenta cobardemente no solo contra civiles inocentes, sino también contra fiscales de varios países de la región, quienes en ejercicio legítimo de sus funciones persiguen y combaten a un enemigo común que no respeta el derecho, que no respeta a nuestras sociedades, que no valora la vida humana y que no tiene fronteras”.
Fue en ese momento en el que recordó al fallecido fiscal Pecci, catalogándolo como “un amigo de muchos años” y también como “el máximo exponente del país” en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico, el lavado de dinero, el terrorismo y su financiamiento.
Aprovechó la ocasión para agradecer a su homólogo colombiano, Francisco Barbosa, y las demás autoridades del país por el hecho de haber logrado con máxima celeridad la captura de los responsables del crimen.
“Ninguna vida es más valiosa que otra, pero el riesgo de atentados contra nuestros fiscales en la actualidad es elevadísimo. Los mismos, en cumplimiento de sus deberes, plantan cara en primera fila contra estructuras movidas por intereses malignos que no conocen de límites ni códigos. Estamos ante una guerra declarada en contra nuestras instituciones, de los Ministerios Públicos y bajo ninguna circunstancia no podemos permitirnos ceder ante el avance veloz de la industria del secuestro, homicidio, trata de personas, tráfico de armas, drogas y el lavado de dinero transnacional”, afirmó la Fiscal General paraguaya.
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Quiñónez pidió que los magnicidios de Pecci, Almendares y Delgado no queden impunes ni olvidados debido a que “estamos ante una realidad criminal que exige nuestra necesaria, urgente y contundente respuesta”.
Durante su alocución, también resaltó la organización del “Grupo de Trabajo sobre Seguridad y Protección”, coordinado en tres frentes estratégicos. Cada uno de estos segmentos tendrá personas asignadas, quienes se encargarán del diseño, desarrollo y operatividad.
“Honremos la memoria y legado de nuestros fiscales caídos, unámonos y estemos en alerta permanente, porque desafortunadamente no tenemos espacio para planificar a futuro. Este presente debe ser nuestra meta, ahora es el momento de sentar una postura ejemplar, no solo desde el discurso”, sentenció la fiscal general del Estado.