Para el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, resulta mejor pasarle la mano a las diversas irregularidades denunciadas en el Instituto de Previsión Social (IPS) o al menos esa es la impresión que deja a los asegurados, cuando ratifica su apoyo al titular, Vicente Bataglia, dando un visto bueno a la continuidad de todos los cuestionamientos existes en la institución.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el senador del Frente Guasu, Hugo Richer, reiteró que en diversas ocasiones se ha comprobado la rosca existente en la previsional, con intereses fijos únicamente en el despilfarro cuando se tratan de las licitaciones públicas, dejando de lado las necesidades de cada asegurado.
“Seguimos exactamente igual en el IPS y también seguimos en lo mismo en cuanto a las decisiones que toma el presidente”, destacó el parlamentario, demostrando que la dejadez existente en la institución representa un aspecto arrastrado hace mucho tiempo por parte de la ciudadanía. Así, el mantenimiento de las anomalías existentes en la previsional viene a representar el interés principal de Bataglia.
Antecedentes cuestionados
Las inconsistencias administrativas y limpiadores fantasma o “mau” constituyeron la gota que colmó el vaso en cuanto al manejo que se vino desarrollando en la previsional, esto sin mencionar las persecuciones políticas a personas que no se encuentran afines a la línea partidaria del oficialismo. Finalmente, la indignación se acrecentó cuando la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) reconoció la cuestionada manera en la cual se maneja la institución.
“Mi postura no cambia porque en el IPS no se observa ninguna mejoría al respecto, siempre hay mucha irregularidad y mucha carencia para los asegurados”, determinó el senador Richer, haciendo referencia específicamente a los despilfarros y la falta de protección para los propios funcionarios de la previsional. Lejos de establecerse como un lugar por y para los asegurados, la institución se ha convertido en un gran cupo político, donde se usa y se abusa con el dinero de los aportantes.
Al respecto, Richer reconoció que para mucha gente pobre el IPS es una especie de salvación, lo mismo pasa con áreas del Hospital de Clínicas, pero nunca se observa un cambio importante que permita emitir una opinión diferente sobre la previsional, más allá que catalogarla como la sede del despilfarro y las irregularidades.
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