Empresarios ofrecieron al presidente Mario Abdo Benítez la solución para la compra de escáneres y fueron ignorados. Los narcos tienen vía libre para exportar y los productos legales paraguayos pagan las consecuencias al ser contaminados con cocaína.
Falta de control golpea a la industria y pone en riesgo la imagen país. Narcos envían cientos de kilos de droga desde Paraguay al resto del mundo. Dos diputados oficialistas Juan Carlos Ozorio, procesado, y Ever Noguera, quien aparece en un informe de Senad están salpicados en el esquema. Ahora saltó el escándalo del pastor prófugo, José Insfran, allegado al vicepresidente de la República Hugo Velázquez, quien ingresó al país sin ser molestado por nadie.
Por Jorge Torres Romero
Al inicio del periodo presidencial de Mario Abdo un grupo de empresarios ofreció la posibilidad de adquirir escáneres móviles para la Aduanas. La propuesta incluía la posibilidad de financiamiento con un banco extranjero. El planteamiento fue completamente ignorado por las autoridades paraguayas.
En los últimos años, han caído cerca de 18 toneladas de cocaína en puertos europeos procedentes de Paraguay y camufladas en productos legales. La actitud cómplice del gobierno de Abdo queda al descubierto y hoy la industria nacional paga las consecuencias.
En bolsas de carbón, en latas de pintura, azúcar y hasta en bolsas de arroz; las bandas criminales del narcotráfico camuflan sus sustancias ilícitas y quitan provecho de los casi nulos controles, establecidos para el tránsito de productos de diversos rubros.
El hallazgo de la semana pasada de más de 5 toneladas de cocaína provenientes de Paraguay en un contenedor de arroz en el puerto de Amberes, Bélgica, puso nuevamente de relieve la imperiosa necesidad de implementar tecnología para evitar que sustancias ilícitas sean enviadas al extranjero en los contenedores simulando ser productos lícitos.
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En la industria paraguaya existe mucho temor ante la posibilidad de perder mercados internacionales, los cuales fueron conquistados por las empresas formales que se esmeraron mucho para posicionarse frente a los demás competidores extranjeros. La Cámara Paraguaya de Arroz niega vínculos y denuncia que sus productos y sus rutas son utilizados por la mafia.
Añade que, el producto de exportación está siendo utilizado por la mafia internacional y personas malintencionadas, totalmente ajenas al negocio arrocero, como un medio para el comercio internacional de estupefacientes, aprovechando las rutas habituales que utilizan los exportadores.
El gremio de los arroceros abogó por dotar de mayor tecnología los puertos para evitar perjudicar la marca país con la práctica instalada por los “contaminadores” de las cargas. La Caparroz agrupa a 14 empresas industriales y en los últimos cinco años, el arroz paraguayo llegó a 61 países.
Nulo control
Nuestro país registra un movimiento de 90.000 contenedores al año (entre importación y exportación), pero la capacidad de la Dirección Nacional de Aduanas de escanear estas cargas solo llega al 5%, es decir, unos 4.500 contenedores. Los equipos tecnológicos de la institución tienen más de 13 años de uso y al estar prácticamente obsoletos representan un gigantesco gasto de mantenimiento.
La Dirección Nacional de Aduanas prevé la apertura de ofertas para la compra de dos escáneres móviles, que servirán para los controles que la entidad tiene a su cargo. La licitación anterior fue cancelada. Con fondos propios de la Aduanas serán adquiridos dos escáneres móviles, mediante un proceso de licitación publicado en la página de la Dirección de Contrataciones Públicas.
El gran esfuerzo de la industria paraguaya puede derrumbarse en un abrir y cerrar de ojos, y el Gobierno tiene la obligación de proteger los mercados internacionales conquistados. Es hora de cambiar el rostro al país y poner fin a la desidia y a la complicidad.
El caso Noguera
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En el marco de la investigación denominada Belia sobre tráfico internacional de drogas peligrosas, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), interceptó llamadas telefónicas entre el diputado abdista Ever Aparicio Noguera y Hugo Antonio Meza Huespe, alias HM, miembro de la banda liderada por el jefe narco Miguel Ángel Servín Palacios.
Este grupo criminal estuvo involucrado en el tráfico de sustancias ilícitas al continente europeo en bolsas de carbón vegetal embarcadas en contenedores y llevadas a los principales puertos fluviales para su ingreso al mercado europeo. Se trata del caso en el que también fue procesado Cristian Turrini, quien mantenía vínculos con Servín Palacios.
La Senad señala que Noguera también operó para la designación de una jueza, quien ayudó a la organización criminal y también obtuvo en forma ilegal vacunas contra el COVID-19 para él y su familia.
El caso Ozorio
Legisladores pidieron la pérdida de investidura del exdiputado oficialista Juan Carlos Ozorio por sus supuestos vínculos con el narcotráfico. El nombre del legislador oficialista fue mencionado por su supuesto vínculo con el pastor José Insfrán, que se encuentra prófugo, ya que participaba activamente en la iglesia de Avivamiento de Curuguaty, una de las propiedades allanadas en el marco del megaoperativo. El legislador está detenido y procesado.
El caso del pastor prófugo y Cucho
Un documento oficial de la Dirección de Migraciones revela que José Alberto Insfrán, el pastor prófugo, ingresó a nuestro país hace unas semanas y se pasea por nuestro territorio con total impunidad. El informe migratorio detallado fue dado a conocer en “30+” de canal Trece. En el documento oficial se evidencia que José Alberto Insfrán Galeano ingresó al país sin que nadie lo detenga.
El ingreso a nuestro país, según consta en el documento, se dio a través de Clorinda, el pasado 8 de julio a las 09:57 horas. José Insfrán Galeano está vinculado al operativo A Ultranza PY, que investiga a una organización que lava dinero a gran escala. El mismo es conocido por ser el pastor de la Iglesia Avivamiento, de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
Cucho Cabañas, procesado por vínculos con el narcotráfico, también apareció en una polémica foto con el presidente Mario Abdo Benítez.
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El caso Giuzzio
Tras el escándalo por el uso de la camioneta de un presunto narcotraficante para vacacionar, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, destituyó al ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio.
El mismo fue convocado al Palacio de Gobierno por el presidente de la República luego de que se revelara su supuesto vínculo con el narcotraficante Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, de quien habría usado una camioneta para ir a vacacionar en Brasil.