La senadora colorada Lilian Samaniego retornó a Paraguay después de su estadía en los Estados Unidos; en la ocasión, la parlamentaria buscó despegarse de la criticada imagen del presidente del Instituto de Previsión Social (IPS), Vicente Bataglia, quien bajo su bendición logró ubicarse en la previsional.

Al respecto, la legisladora colorada argumentó que es el mandatario Mario Abdo Benítez el que debe dar explicaciones a la ciudadanía sobre la continuidad o no del médico en el cargo ante las variadas denuncias por la falta de insumos, equipos médicos, negligencia y casos de corrupción en licitaciones que terminaron por favorecer al empresario Alberto “Pulpo” Palumbo, amigo íntimo del segundo del Ejecutivo y aspirante a jefe de Estado por el movimiento Fuerza Republicana, Hugo Velázquez.

“¿Qué tengo que ver? Yo soy senadora hace 15 años, hablo con todos, los responsables son las cabezas de las instituciones, pregúntele a él (Bataglia), yo no soy la cabeza de esa institución. Le agradezco por la propaganda que me hacen. Acá se tiene que llegar a los responsables y deben tener sanciones, eso definitivamente”, sostuvo.

Ante el acecho de la prensa, Samaniego indicó que le corresponde al presidente Abdo Benítez “evaluar la gestión de Bataglia”. No obstante, desde el entorno del mandatario afirmaron que el colorado tomó la decisión de aguardar la instrucción de su aliada política para definir el futuro de Bataglia.

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Es sabido que el cuestionado clan Samaniego mantiene una fuerte influencia dentro de la previsional, donde tiene a un séquito de altos jefes que res­ponden al mando de la legisladora. Incluso durante su asunción al cargo, Bataglia había confesado ser parte del equipo político de Samaniego, quien es considerada dentro de la institución como la “Reina del IPS”.

De acuerdo a una publicación periodística realizada por el diario La Nación, el pasado año se dio a conocer el primer escándalo del IPS en el que aparece el nombre de Lilian, que se remonta a 1998, cuando en las inme­diaciones de la seccional 12, barrio San Vicente de Asun­ción, fueron requisados de un camión medicamentos con la inscripción de “Uso exclusivo del IPS” por un valor de G. 800 millones.

En el marco de este caso fue procesada la senadora Samaniego, quien fungía en ese entonces de jefa del Parque Sanitario de la pre­visional. Según los datos del suceso, tras esto había salido del cargo y luego de un año volvió a ser desig­nada como jefa de la Unidad Farmacéutica por el titu­lar del IPS, Darío Filártiga, después de que arreglara su problema con la Justicia.

Pasado el tiempo, en el 2007, en el marco de las internas de la ANR, su correligiona­rio Carlos María Santacruz la acusó de comercializar nue­vamente desde la farmacia del IPS cuando en su camio­neta transportaba medica­mentos, privando de peni­cilina a los enfermos. Con estos hechos ya se puede ver que los oscuros manejos de la senadora con insumos de la previsional devienen desde hace bastante tiempo.

Lastimosamente, la pande­mia del COVID-19 también fue usada para volver a lucrar con los remedios que debe­rían estar disponibles para los enfermos de coronavi­rus. El caso más sonado en el marco de la cuaren­tena fue la compra de insu­mos chinos deficientes por valor de G. 85.000 millones a favor de las empresas Ime­dic y Eurotec, relacionadas con el clan Ferreira.

Estas firmas están a su vez ligadas con el clan Sama­niego a través de la empresa Centro Médico Amanecer, cuya accionista es María Laura Samaniego Maciel, sobrina de Lilian Sama­niego, quien a su corta edad de 22 años adquirió acciones de la empresa en el 2015 por valor de G. 300 millones.

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