POR JOSÍAS ENCISO ROMERO
La multiplicación de los canales de información evidenció en los últimos años la relación cada vez más esquizofrénica entre los medios amigos del poder y sus administradores de turno. El delirio compartido y las alucinaciones en común los unifican para mirar una misma realidad, muy diferente a la que ve el resto del país. Oyen, huelen y saborean cosas que no son reales. Mientras el pueblo solo oye, pero no huele nada, menos, saborea.
Apenas estrenado, el régimen de Marito Abdo traicionó a quienes le ayudaron a llegar al Palacio de López y se alió con quienes sueñan hasta despiertos con derrotar al Partido Colorado. Una bipolaridad agravada fue diagnosticada en las semanas recientes, cuando simpatizantes incondicionales del Partido Democrático Progresista (PDP) continúan en puestos clave de este gobierno; mientras sus propietarios, la senadora Desirée Masi y su media toronja Rafael Filizzola (en permanente huelga laboral), hace rato pusieron sus pies en el ruedo de la Concertación Nacional. Eso sí, aseguraron que sus corazoncitos siguen incólumes latiendo al ritmo de las arcas públicas.
Los mercenarios del PDP no tienen problemas en seguir aquí, allá y acullá, porque son serviles al proyecto oficialista de intentar desesperadamente desacreditar a sus adversarios internos de la Asociación Nacional Republicana, en tanto que tratan de acomodar en el escenario partidario a figuras más gastadas que fósforo usado, que ya no prenden ni con un puñado de dólares. Eso de que va a ser el próximo presidente de la Junta de Gobierno del Partido Colorado es una fantasía que solo existe en la acelerada imaginación del pobre Marito. Porque cree sus propias mentiras. Y es que tiene buenos asesores, como el mitológico “mariscal de la derrota”, quien ilumina sus ojos del futuro deseado con situaciones que solo viven en su mente.
“Van a perder y van a perder grande”, afirmó durante uno de los últimos actos políticos del cual participó y donde el único hilo conductor de su discurso fue hablar mal de Horacio Cartes y del movimiento Honor Colorado. Cuando uno se aferra a las mentiras compulsivas, termina creyendo sus propias mentiras. Duerme convencido de que sus mentiras se convertirán en verdad. Y termina prisionero de un mundo de concreción imposible. Rápidamente contagiado con esta fiebre de las paradojas entre lo que se cree y lo que es realmente, Marito también desfila por la misma pasarela seductora de irrealidades y espejismos, ambos convencidos de que, con la magia del poder, podrá realizar el milagro de resucitar a sus cadáveres políticos.
Marito y el “mariscal pastelito”, Nicanor Duarte Frutos, los dos con el mismo síndrome de la omnipotencia, tratan de estirar la cola del “Toro” Hugo Velázquez, también conocido como el “Chorro” en el ambiente denso de Ciudad del Este, quien fue degradando sus desafiantes y estentóreos bramidos iniciales por un mugido triste y quedo, como el animal que se prepara para recibir el estoque letal y certero. No hay caso. Ni estirando de la cola, ni practicando el milenario arte del soplido. Cada vez el ruedo va quedando más vacío. En los encuentros partidarios, hasta las sillas tuvieron que ser amontonadas unas sobre otras para procurar, vanamente, cubrir tanta orfandad. A este paso, la próxima vez ya podrán ahorrar en alquiler de sillas. Este gobierno nació con la marca distintiva de la traición.
En su curso se fueron conjugando la corrupción, la ineptitud y los ensayos forzados para ver si anda, por lo que rápidamente quedó más deformado que puerta de cuero, más machucado que rodillas de zapatero y más golpeado que carne para milanesa. Entonces, buscó afanosamente la ayuda “solidaria y desinteresada” de quienes tenían un mismo enemigo común a destruir. El diario que nació con fe en la mentira y en la plata fue el más acérrimo difamador. No se cansaba nunca. Distorsión tras distorsión. Manipulación agravada y deformación impenitente. Mentían y mienten sin pudor ni honor. Cuando ya no tenían nada con qué agredir, inventaban. Así, el 5 de febrero publican “Rotunda derrota de Cartes en Diputados”; “Estrepitosa caída del cartismo en Diputados”, viernes 4 de marzo; “Dura derrota cartista sobre control al tráfico de tabacos”, jueves 7 de julio. Nos hubiéramos ofrecido para ayudarles con títulos más creativos y originales, para que no repitan siempre lo mismo.
Pero sabemos que no iban a aceptar, así que no lo hicimos. Lo que a Marito, al “Chorro”, al “mariscal” y a sus medios de comunicación satélites, las cadenas Zuccolillo-Vierci, y a los que se venden a cambio de 30 monedas, como los ministros adscriptos del PDP, no les cuadra es que todos estos ataques que tenían aspiraciones de tsunami solo sirvieron para demostrar que los candidatos y precandidatos de Honor Colorado siguen vivitos, coleando y surfeando sobre las olas. Ni el terrorismo de Estado ni el terrorismo mediático los hicieron caer de sus longboards. Y eso les irrita, les saca de quicio, les vuelve histéricos y paranoicos. Dicen que estuvieron a punto de sacarse las pestañas con fines de agresiones inconfesables. Lo seguro, según nos confirmaron, es que están practicando para morderse el codo. Con lo empinado que los tienen, puede ser que logren su propósito. ¡Salud!