El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, presentará el 1 de julio su penúltimo informe de gestión ante el Congreso Nacional sobre las áreas relacionadas a la economía, la salud, la seguridad, la educación, entre otros puntos, en medio de fuertes cuestionamientos contra su gobierno no solo por parte de un sector de la clase política, sino de la ciudadanía en general.
La convocatoria fue realizada en la fecha por el titular del Congreso Nacional, el oficialista colorado Óscar “Cachito” Salomón, para las 10:00 de manera virtual, teniendo en cuenta la gran cantidad de casos positivos de COVID-19 en el ámbito legislativo.
Los cuestionamientos giran en torno principalmente a la decisión del mandatario de buscar competir por un cargo partidario permaneciendo aún en el poder y descuidando sus funciones constitucionales al frente del Ejecutivo, dedicando principalmente su tiempo a realizar constantes ataques contra sus críticos y adversarios políticos, principalmente del movimiento Honor Colorado, sector político interno de la Asociación Nacional Republicana, liderada por el exmandatario Horacio Cartes.
Al respecto, Abdo Benítez mantiene actualmente una alta participación en los encuentros políticos buscando instalar su figura para el cargo de presidente de la Junta de Gobierno de la ANR y la del vicepresidente y aspirante a mandatario Hugo Velázquez, ya con miras a las internas partidarias de diciembre, dejando de lado los constantes conflictos que sacuden a los paraguayos como la crisis económica generada por la pandemia del COVID-19, la ola de inseguridad con el avance del crimen organizado y el narcotráfico, los hechos de corrupción, incluso dentro de su gabinete, la alta cifra de desempleo, entre otros puntos.
Una de las últimas declaraciones realizadas por Abdo Benítez en su campaña política generó un gran rechazo de la ciudadanía al jactarse de ser el mejor mandatario de Sudamérica en manejar la crisis sanitaria por el coronavirus.
“Muchas veces pensé en retirarme porque a pesar de mi juventud ya recorrí mucho, me tocaron tiempos difíciles y ustedes no saben lo que es para un presidente gobernar cuando hay números en la noche que te envían desde el Ministerio de Salud que hay tantos fallecidos a consecuencia de la pandemia y sobre mi hombro tuve que cargar eso”, había sostenido.
Incluso había agregado que sus adversarios políticos “utilizaron el dolor del pueblo” con la finalidad de poder construir un itinerario electoral y atacar a su gobierno, pintando de esta manera una situación totalmente diferente a la realidad del Paraguay, en el marco de su proyecto político.
“Los adversarios políticos utilizaban el dolor de nuestro pueblo para tratar de construir un itinerario electoral para criticar al presidente en vez de ayudar al presidente que mejor manejó la pandemia en Sudamérica”, sentenció en su autobombo. “Muchos me dicen que me hubiese gustado ser presidente en un tiempo más fácil, donde no haya tanta crisis y digo que acepto lo que Dios me puso, acepto los desafíos que me dio el destino y fue un honor para mí ser el guía de la nación paraguaya en esta guerra epidemiológica que tuvimos y en los momentos más difíciles”, había comentado.
Gran parte de su gabinete, en campaña política
Incluso, gran parte de su gabinete destina su tiempo a las campañas políticas, realizando también persecuciones en los diferentes ministerios y secretarías del Estado. Como ejemplo se puede citar a varios ministros que ya apuntan a un cargo en el Legislativo, como Bernardino Soto Estigarribia, titular de la cartera de Defensa Nacional; Carla Bacigalupo, del Ministerio de Trabajo; Mario Varela, ministro de Desarrollo Social; Carmen Alonso, titular de la Diben.
A la lista se suman el presidente de Petropar, Denis Lichi, quien cuenta con intenciones de pugnar por el cargo de gobernador del departamento de Cordillera; los asesores del mandatario Daniel Centurión y Mauricio Espínola, aspirantes a diputado; Natalicio Chase, titular de la Essap, entre otros.
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