El experto en terrorismo Emanuele Ottolenghi se hizo eco de las declaraciones del vicepresidente Hugo Velázquez, quien aseguró que el líder del Hezbolá con quien aparece en una foto es un cantante de mezquita. Ottolenghi, quien es miembro principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington, DC, se hizo eco de lo dicho por el segundo del Ejecutivo y precandidato a la Presidencia de la República, ironizando que si era así, el Che Guevara era solo un motociclista.

El mismo, respondió a la publicación de un medio de comunicación que entrevistó a Velázquez, derrumbando así las afirmaciones del Vicepresidente. En la entrevista, el mismo señala al imán Salid Ali Hijazi, vinculado al Hezbolá, como un simple cantante; sin embargo, esta “explicación” cae por el piso con las declaraciones del especialista nada más y nada menos en terrorismo.

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En los últimos días las repercusiones de las fotografías en las que aparecen el vicepresidente de la República y el imán Salid Ali Hijazi fueron bastante fuertes, aunque desde la “asesoría” de la Presidencia intentaron negar que se trate de un integrante del ala política del grupo terrorista proiraní, Hezbolá.

En publicaciones anteriores del diario La Nación/Nación Media se señala que en una de las fotografías se puede identificar la presencia, en primer lugar, del jefe del grupo radical islámico, el imán Salid Ali Hijazi, quien recibe instrucciones de parte de Hassan Nasrallah, el líder supremo y secretario general de Hezbolá desde 1992, mismo año en que se produjo el atentado contra la sede de la embajada de Israel en Buenos Aires y que fuera atribuido al grupo terrorista libanés.

Mientras que, en el otro extremo de una de las fotografías que se hicieron públicas se observa a Nabil Kaouk, otro líder religioso chiita libanés, quien ha sido acusado por el gobierno argentino como promotor del ataque contra el edificio de la AMIA (la asociación mutual judía) en 1993 y que costara la vida a 185 personas, entre ellas la de un paraguayo. Kaouk hace frecuentes alardes de la capacidad militar del Hezbolá y recuerda que el “ejército de Dios”, como llama al ala militar del grupo terrorista, está listo para “borrar de la faz de la tierra a Israel y reducirlos a cenizas”.

Pese al intento, a toda costa, de negar que se traten de integrantes de grupos políticos terroristas, cada vez más se evidencian las mentiras del Poder Ejecutivo, que pretende nuevamente llegar al poder en las elecciones nacionales del próximo año, 2023.

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