La apertura de una investigación sobre el avión carguero venezolano-iraní que había hecho escala en Paraguay genera un sinfín de contradicciones de diferentes sectores. Desde la escolta policial que recibió a los tripulantes hasta la forma en que se operó desde la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac).

Mientras que en Argentina se confirmó este miércoles que la Justicia centra actualmente sus pesquisas en la tripulación y no a la carga que transportaba, el presidente de la República, Mario Abdo, se evidencia a través de las redes sociales por la falta de acción política ante esta situación que no se evitó en territorio nacional.

La orden del mandatario fue que la Secretaría Nacional Anticorrupción solicite al Ministerio Público, encabezado por Sandra Quiñónez, iniciar una investigación en relación con la presencia de la tripulación venezolana-iraní, conformada por 18 personas sospechosas de ser parte de un grupo terrorista.

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Sin embargo, expuso a los entes de control que no evitaron ni registraron el ingreso de este avión al país exponiendo de esta manera a la seguridad interna. Los procedimientos de la Dinac, Aduana, Policía, militares y Migraciones a cargo del Poder Ejecutivo se expusieron ante este caso que tuvo repercusión en Argentina, por no cumplir los filtros.

El ministro del Interior, Federico González, había confirmado en entrevista al canal GEN/Nación Media que lo que había levantado sospechas iniciales en las autoridades locales tenía que ver con la cantidad y el origen de los tripulantes de la aeronave, casi una veintena de iraníes y venezolanos, atendiendo a que los vuelos de carga no suelen contar con un alto número de pasajeros.

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