El exministro de Industria y Comercio Gustavo Leite concedió este domingo una entrevista al programa “Fuego cruzado”, emitido por el canal GEN/Nación Media, en la que realizó un análisis sobre la sombría situación económica y sobre las desalentadoras proyecciones para este y el próximo año. Observó también los efectos de una mala administración gubernamental marcada por la corrupción y la inacción. Resaltó que en el gobierno anterior bajó el índice de pobreza y se tenía la inflación más baja. “Entonces, no éramos Suiza, pero hoy somos un desastre”, afirmó.
El panorama económico para el 2022 es similar al de los tres últimos. De acuerdo a proyecciones oficiales, la inflación cerrará este año en 8,2%, aunque la interanual ya roza el 12% a mitad de año. El tipo de cambio en G. 6.950 por dólar, mientras que el crecimiento económico será apenas del 0,2%, muy inferior a las previsiones oficiales.
Ante este escenario, según los analistas, los próximos meses podrían presentarse muy duros, puesto que la falta de empleo, la caída del consumo y la amenaza de más incrementos requerirán de una fuerte intervención a través de políticas firmes y previsibles del Estado, encabezado por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
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El exministro opinó que la situación actual por la que atraviesa el país deviene de una administración marcada por la corrupción y la inacción, incluso en momentos tan delicados como sucedió con los cuestionados fondos otorgados para hacer frente a la pandemia del COVID-19. Lamentó, además, la falta de planes concretos para tratar de revertir esa situación.
“El gobierno anterior tuvo sus luces y sombras porque cometimos errores, pero no cometimos errores filosóficos, no entramos a robar. Entramos a intentar hacer que nuestro país progrese para que la mayoría pueda vivir un poquito mejor”, dijo Leite, en alusión a las grandes diferencias entre la actual administración y la anterior.
Recordó que durante el periodo gubernamental del 2013 al 2018, bajo el mandato de Horacio Cartes, propios y extraños habían admitido que el Paraguay era el país de la región que más crecía y el que mejor ambiente de negocios tenía. Además, el que más había bajado la pobreza y el que tenía la inflación más baja.
Imprevisibilidad
Por su parte, el viceministro de Administración Financiera del Ministerio de Hacienda, Marco Elizeche, reconoció también en entrevista al programa “Fuego cruzado” la difícil situación que se presenta y que, en ese sentido, están tratando de aplicar todos los mecanismos con que cuentan para al menos mitigar en algo lo que vaticinan esas proyecciones. Admitió, además, que el Gobierno no tiene actualmente un plan extraordinario para intentar hacer frente o revertir esa situación.
“Si un viceministro me da esto como noticia, como aliciente, hoy mucha gente va a decir: paren, despidan mucha gente, porque esto se pone peor”, recriminó a su turno Leite, al momento de advertir que la falta de previsibilidad sobre esas cuestiones desmotiva a la gente y las inversiones.
En ese orden de cosas y con ese panorama, consideró que las elecciones generales del 2023 serán cruciales y que son vistas como las más importantes para el país, atendiendo que el elector tendrá la oportunidad de elegir si continúa con ese modelo de gestión o con el otro que busca el desarrollo y el progreso.
“Estamos entrando en un espiral peligrosísimo. La madre de todas las batallas es la que se va librar en el 2023. Queremos ser Argentina o tratar de reencauzar. ¿Qué queremos ser? Este modelo no funciona, tenemos que ser necios si votamos para que siga”, advirtió.
Planes para el Senado
En otro momento de la entrevista, Leite se refirió a su precandidatura al Senado por el movimiento Honor Colorado. Al respecto, remarcó su intención de promover cuatro ejes que giran en torno a un “recorte dramático de los gastos innecesarios” y “no más impuestos sobre las mismas espaldas”.
También, la promoción de proyectos de ley que faciliten la creación de empleo por medio de la liberación de las fuerzas del mercado y la desburocratización para la instalación de empresas e industrias que a su vez puedan generar inversiones. Así también, potenciar el desarrollo del campo, de la agricultura familiar, para que se sustente a sí misma y a todo el país. En ese ámbito, además, fomentar la producción de biocombustibles y, al mismo tiempo, combatir el ingreso de productos de contrabando.
“El Parlamento tiene que ser el reflejo de la gente, que lo que quiere es vivir mejor, que no le roben, que su sueldo le alcance hasta fin de mes, eso tiene que garantizar el Parlamento, no con medidas populistas, con medidas populares, pensando en la gente”, subrayó.