El empresario Ignacio Pidal ironizó a través de sus redes sociales sobre la supuesta amenaza que denunció el presidente Mario Abdo contra el titular de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), Carlos Arregui. Recordó que él sí fue víctima real de amenaza de muerte, incluyendo a su familia, cuando había denunciado los negociados y sobrefacturación que se hacían con los insumos y medicamentos durante la pandemia de COVID-19.
El empresario había denunciado en mayo del 2020 que existía todo un esquema armado por fuera del Ministerio de Salud y que un funcionario de nombre Raúl Silva fue quien invitó a los hermanos Ferreira a participar de las licitaciones para la compra de insumos y medicamentos para el combate al COVID-19. El famoso caso de los “tapabocas de oro”, denunciado por Pidal, salpicó al titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Edgar Melgarejo, quien renunció al cargo el 16 de abril de 2020, y se encuentra procesado dentro de una diligencia judicial.
Indicó que, posterior a esas denuncias, comenzó a recibir una serie de llamadas telefónicas y mensajes de textos, en las que recibió serias amenazas de muerte contra él y su familia. En ese entonces no pudo detectar el origen de la llamada, ya que fue realizada a través de un número privado.
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Ahora, bien, con relación a la supuesta denuncia, que ya el jefe de Estado ha tomado por costumbre a lanzar durante actos políticos, de que supuestamente el titular de la Seprelad ha recibido amenazas; el empresario ironizó diciendo que porque la gente va a gritarle en su casa que es un corrupto, a eso llama amenaza el mandatario que está en campaña electoral.
“Mario Abdo, cuando yo denuncié tuve tres amenazas reales y todos ellas de tu equipo, por teléfono y con perfiles falsos. Ahora que le griten frente a la casa a un corrupto es amenaza. Se murieron 18.000 personas por tu inutilidad y ni el pésame diste. Sos una vergüenza”, criticó el empresario a través de sus redes sociales.
Enojo con el gobierno
En comunicación con el diario La Nación, el señor Pidal señaló que para él, que vio el video que Abdo hace referencia, que supuestamente muestra a un solo hombre amenazando a Arregui, y que no tiene audio, ni si quiera se puede considerar una amenaza; como las que él sí recibió en reiteradas ocasiones. Indicó que en el video no se ve nada, que pudo haber sido una persona que estaba borracha o bien, harto de toda esta situación del gobierno, se fue a gritarle a Arregui.
“Cuanta gente está enojada con este gobierno, está incómoda con este gobierno, porque no hizo nada hasta ahora. Yo no lo veo como una amenaza. Además, el que te va amenazar a matar, no se va ir frente a la casa para ir a gritarle ‘te voy a matar’, porque se va ir preso”, cuestionó.
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En cuanto a las amenazas que él recibió por las denuncias que iba realizando, indicó que en tres ocasiones recibió llamadas muy contundentes en la que le ordenaba callar y dejar de hacer publicaciones a través de sus redes sociales, de lo contrario, algo algo le iba a pasar a él o a su familia. Indicó que las amenazas también recibió a través de cuentas falsas, las cuales presentó ante la Fiscalía, y que ahí le dijeron que mucho no se podía hacer por tratarse de cuentas falsas.
“Uno puede pensar que solo lo hacen para asustarte o no, pero uno ya tiene que prevenir, en caso que no sea una mentira. Por lo que terminé gastando un dineral para poner seguridad en mi casa, y mi familia. Porque el Gobierno nunca se acercó a brindarme ayuda o protección. A mí no me ofrecieron nada, toda la seguridad que yo puse, lo hice de mi bolsillo”, recordó.
Indicó que en una ocasión se había encontrado con Jorge López Moreira, hermano de Silvana Abdo, por una situación distinta, y en esa oportunidad, a todas costa quería que pare de hablar de su sobrino, que es hijo de Silvana. Mencionó que en una oportunidad lo citó en su oficina, y yo le dije que dejaría de hablar de su sobrino, pero que ellos deberían decirle quién es el que lo está amenazando.
“Después de dos semanas de tener esa primera reunión, me llama a su oficina, y me trata de convencer de que el que me está amenazando a mí y mi familia era Horacio Cartes. Cosa que nunca le creí, pero bueno, quedó en eso”, explicó Pidal.