Desde el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) ven con mucha preocupación la situación de las penitenciarias a nivel país. Consideran que se debe hacer una revisión urgente no solo del sistema carcelario sino un análisis complejo de cómo está la situación judicial en nuestro país.
Orlando Castillo, del MNP brindó algunos datos en el programa Apunto, emitido por GEN/Nación Media. Dijo que el último informe que presentaron en el 2021 mostró preocupación por la situación de los reos y el sistema penitenciario. “Cuando nosotros presentamos el informe del 2021 del MNP, uno de los temas en que hicimos hincapié y llamábamos mucho la atención era el desgobierno en las penitenciarías, existe una pérdida de control que se viene teniendo de manera sistemática lastimosamente dentro de las penitenciarías”, mencionó Castillo.
Desde el MNP consideran que el penal de Tacumbú es el “síntoma de la enfermedad” y constituye la parte más grave del órgano vital dentro del sistema penitenciario que refleja una fragilidad del estado dentro de las cárceles. “Acá no hay ejercicio de poder dentro de las penitenciarías, todo lo contrario, hay una delegación de ese ejercicio cuya responsabilidad sigue siendo del Estado a pesar de que delegue ese ejercicio de poder”, remarcó. “El año pasado, por ejemplo, encontramos en San Pedro a gente que estaba en celdas de aislamiento sin que el director de la institución haya establecido la sanción sino que eran los propios internos los que establecían”, argumentó.
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Orlando Castillo asegura que esta situación lleva a un caos no solo del sistema penitenciario sino del modelo penitenciario que ya no aguanta y necesita ser mirado y revisado no solamente por el Ministerio de Justicia sino por el sistema judicial en sí.
Según datos proveídos por el MNP, el 73% de las personas privadas de su libertad no cuentan con condena, el año pasado cuando se produjo la muerte de reos en la cárcel de Tacumbú, 5 de ellos no debieron haber estado ahí porque estaban con prisión preventiva. “Hay un modelo que nos está pidiendo a gritos que se modifique la forma de entender el derecho penal que se está aplicando hoy en el Paraguay”, sentenció
Los clanes
En los últimos años, la situación de las penitenciarías empeoró y se llegó a tal punto de que en Paraguay las cárceles son gobernadas por clanes. Ante esto, Castillo señaló que los grupos de base carcelaria históricamente nacen cuando la persona privada de libertad no es satisfecha en los más mínimos derechos que el estado debe garantizar. A nivel nacional, hay solo un promedio de dos horas de servicio de agua por día, por ejemplo.
“Cuando estas cuestiones fundamentales no son satisfechas por el órgano encargado, es decir, cuando la penitenciaría no satisface la demanda alimenticia de la población, tampoco garantiza el derecho a la salud, el acceso al agua, te cobra por el colchón, por las visitas y hay todo un sistema de corrupción y recaudación, entonces la gente busca protección y mientras esta gente busque protección en grupos de base carcelaria, esta enfermedad no va a disminuir, va a ir creciendo y se van a ir organizando otros grupos, otro tipo de organizaciones”, mencionó Castillo.
“Aquí hay que intervenir de manera bastante global en la problemática y ahí hay una responsabilidad de todo el aparato de justicia y de poder del Estado, mientras el Estado siga teniendo esa concepción de “depósitos humanos” como lo son las penitenciarías, las cosas no van a mejorar”, finalizó.