Unas fotos viralizadas en redes sociales sobre un encuentro entre el expresidente y senador, Fernando Lugo, y el canciller nacional y precandidato presidencial, Euclides Acevedo, desató todo tipo de comentarios y especulaciones de los internautas. De la reunión realizada en el marco de una cena también participó el ex fiscal general del Estado y ex ministro del Interior, de la era del exobispo, el colorado Rubén Candia Amarilla.
Las revelaciones se producen justo en momentos en que el sector de la oposición trata de definir candidaturas y unir fuerzas, puesto que hay postulaciones de todos los colores con miras a las elecciones generales del 2023.
En la agrupación liderada por Lugo, el Frente Guasu, hay dos precandidaturas y son las de sus colegas Esperanza Martínez (Participación Ciudadana) y Sixto Pereira (Tekojoja).
En tanto, el canciller Acevedo oficializó su interés de pugnar por la Presidencia de la República y ya confirmó que renunciará a su cargo el 30 de abril. Con una postura más abierta que sus coyunturales oponentes, el político de extracción febrerista dijo a los medios que buscará construir su proyecto político dando participación a todos los sectores, incluyendo a los partidos tradicionales (ANR y PLRA).
Es así que ya se lo vio haciendo el guiño político a los liberales, reuniéndose con el precandidato y actual gobernador de Cordillera, Hugo Fleitas. De ahí que se había especulado que ambos podrían construir juntos la dupla presidencial, lo que dejaría fuera de carrera al actual presidente del Directorio y eterno candidato presidencial, Efraín Alegre.
Tras este encuentro, surgen versiones de que el acercamiento entre ambos referentes políticos se daría en torno a una posible dupla Euclides Acevedo-Esperanza Martínez.
Lugo, la incógnita
En cuanto a las intenciones del bloque liderado por el exobispo de San Pedro, tampoco hay definiciones. Lo único claro es que este sector se retiró de la mesa de presidentes que busca apostar a la concertación como mecanismo para elegir al precandidato del ala progresista. Alegaron que precisaban seguir la construcción de un eje programático a nivel país. Esta fue la muestra de la ambigüedad que caracteriza al luguismo, que siendo gobierno en el período 2008-junio de 2012 no supo conducir las riendas del país, por lo que su mandato fue interrumpido y cedido al entonces vicepresidente de extracción liberal.
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