El Ingeniero y expresidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), Pedro Ferreira, afirmó que ante el anuncio del gobierno brasileño de reducir el precio de la tarifa de la Itaipú Binacional desde el 16 de abril en un 20%, Paraguay deberá dar vuelta la página en el proceso de negociación e impulsar el plan b, consistente en adquirir para el próximo año la mayor cantidad de potencia.

En ese sentido, Ferreira argumentó que el gobierno paraguayo, valiéndose del ejercicio de la soberanía, deberá aplicar la mencionada estrategia como única alternativa existente actualmente con la finalidad de establecer un precio justo de la misma para posteriormente ofertarla.

“El siguiente gobierno tendrá muy limitada su capacidad de negociación. De alguna manera esto está marcando una tendencia y creo que Paraguay debe aplicar un plan b y no estar pendiente de la buena voluntad del vecino país en que los beneficios de Itaipú se repartan entre un 50 y 50%. El plan b tiene que ser comprar la mayor cantidad de potencia el año que viene, la Ande lo puede hacer, adquiriendo toda la energía paraguaya ejerciendo la soberanía y estableciendo un precio. Comprar el total y luego lo que no vende lo disponibiliza por ejemplo a 50 USA/MWh”, sostuvo.

Se consolidó que la posición paraguaya fue tardía

Agregó que Paraguay ya no tendrá otra alternativa teniendo en cuenta que en todo momento se evitó llegar a una “confrontación” en cuanto a la negociación sobre el precio de la tarifa para el presente año, que continúa en indefinición, pero sin previo acuerdo Brasil ya logró reducir el precio en el marco de la campaña electoral de Jair Bolsonaro, quien busca su reelección en el cargo.

“El anuncio que realizó Jair Bolsonaro de que el valor de la tarifa baja para el consumidor final hace todavía más irreversible que ellos le concedan al Paraguay una suba tarifaria, ya que a partir de este momento el gobierno de Brasil ya está cumpliendo con una promesa electoral de bajar el precio de la energía eléctrica para el pueblo brasileño y no solo para los distribuidores, y con esto se consolida que la posición paraguaya fue tardíamente mostrada”, manifestó.

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Detalló también que el vecino país encara las negociaciones mediante una política de “apriete” y busca como siguiente paso exigir a la Ande rumbo al próximo año la nula vigencia del acuerdo establecido en el 2007 referente a las condiciones de contratación de potencia o que la institución conforme a algunas cláusulas del Tratado y sus anexos realice un plan de contratación a largo plazo, el cual sería de difícil cumplimiento para el Paraguay.

Sin indicador de credibilidad

Por otra parte, expresó su desconfianza hacia las manifestaciones de las autoridades paraguayas en sostener que aún siguen negociando el precio de la tarifa. “Yo cada vez creo menos en eso, ellos en octubre del pasado año dijeron que este tema se iba a solucionar entre noviembre o diciembre, yo les creí, pero se continuó dilatando hasta decir que esto se resolvería en enero o febrero, ya les creí menos, con todos esos datos ya no les puedo creer y no encuentro un indicio para creerles”, manifestó en una entrevista con el diario La Nación-Nación Media.

Finalmente, Ferreira sostuvo que existe una falta de visión por parte de ambos gobiernos para encarar los acuerdos, por el lado del Paraguay en lo referente a su accionar tardío, mientras que la fijación de un precio bajísimo de la tarifa por parte de Brasil tendrá sus consecuencias “a largo plazo” para dicho país. “Esto puede perjudicar a largo plazo, pues la disponibilidad de energía para Brasil es más importante que el precio (el precio actual ya es bueno para ellos), es una agenda electoral, una promesa de campaña”.

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