El cónsul de Ucrania en Paraguay, Andrés Trociuk, lamentó el efecto devastador que está dejando la guerra entre Rusia y su país, donde el centro de batalla ahora se extiende hacia el este. Dijo que mientras Vladimir Putin, presidente de Rusia, esté en el poder el conflicto bélico no va a acabar y podría durar varios años, conforme expresó.
“Se han retirado todo lo que es el norte de Ucrania, han reforzado lo que es el este y hoy las batallas más violentas se están dando en el este y en el sur. Creo que todos coincidimos que mientras Putin esté en el poder esto no va a terminar”, afirmó en conversación con la 1080 AM.
Comentó que actualmente todas las negociaciones entre los países están cerradas. “Sentarse a negociar con criminales de esa calaña realmente es complicado”, lamentó.
El diplomático describió la crueldad que se está dando con hechos de violaciones de niños y niñas, e incineraciones. “Son imágenes irreproducibles, es una locura lo que están dejando detrás cuando se retiran”, aseveró.
Explicó que cuando empezó la guerra, nadie creía que Ucrania hubiera resistido a los ataques rusos. Todos los analistas y militares decían que en tres o cuatro días terminaría todo, pero los ucranianos demostraron que sí pueden plantarle cara al ejército ruso.
Eso hizo que los mismos países de Occidente hoy estén proporcionando armamentos porque ya están confiando en el ejército ucraniano, refirió. “En un principio nadie le dio ningún tipo de ayuda porque no creían que iban a resistir. Hoy, hay mucho más apoyo de Occidente, armamentos más sofisticados se le está proporcionando a Ucrania”, resaltó.
A nivel económico el impacto de la guerra se da sobre todo en los precios de las materias primas que se han disparado, especialmente el petróleo, los productos agrícolas y los metales. Precisamente en Paraguay, el Gobierno dispuso medidas para mitigar la suba de los precios de los combustibles. Para ello se creó un fondo de estabilización del combustible, con media sanción del Senado, que dispondrá de unos US$ 100 millones para subsidiar no solo a la petrolera estatal sino también a los emblemas privados.