El exsenador Víctor Bogado dio a conocer los pormenores que se dieron dentro del caso Gabriela Quintana, conocida mediáticamente como la “niñera de oro” por cobro indebido de honorarios. Su condena fue de un año de prisión. Sostuvo que fue un invento de un medio de comunicación y se tomó como verdad.
Hace referencia a que el caso tuvo una condena mediática antes que judicial, debido a que nunca se comprobó que la señorita Gabriela Quintana haya sido la niñera de Bogado. “Si vos escuchás todo el juicio que está en la web de la Corte Suprema de Justicia nunca se habló de ninguna niñera, fue invento de un medio, que se cobró una venganza de mi actuación en Conatel cuando era presidente”, comentó en una entrevista con canal Trece.
Hizo referencia a que el Grupo Zuccolillo, a través de sus medios, buscó vengarse luego de una resolución que se adoptó con medidas que perjudicaron los intereses corporativos del grupo. “Saqué una resolución contra Personal para que pague el derecho de renovación de la licencia”, recordó.
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Bogado comentó que en ese entonces “sacaron una foto de mi hija mayor y ellos publicaron que era mi niñera porque le cargaba a mi hija, se tomó como una verdad, lo que ocurre es la posverdad de una mentira. Y no podés revertir porque lo dice un medio supuestamente prestigioso”, sostuvo.
Mientras que en el juicio, dijo que siempre confió en la inocencia, porque en ese cumpleaños infantil estuvieron otras diez funcionarias más que se tomaron fotos con la hija del senador. Entonces trajo a colación una acotación del exsenador Adolfo Ferreiro que dijo que no haga referencia a las demás funcionarias porque iban a decir que tenía 10 niñeras.
Luego, mencionó que cuando se produce la condena el 3 de mayo, ya estaba cantada su salida de la Cámara de Senadores, pese a que fue la gran decepción que le hayan condenado por cómplice de cobro indebido de honorarios. Finalmente, sostuvo que en ese entonces estaba comprado el tribunal, “estaba presionado por los ministros Manuel Ramírez y Myriam Peña, porque del Ejecutivo venía la presión”, indicó el exlegislador.
El extitular de Diputados fue condenado como cómplice a un año de pena privativa de libertad, con suspensión de la ejecución de la pena a cambio de donar G. 20 millones mensuales a instituciones de beneficencia. En tanto que Quintana fue sentenciada a un año y seis meses, aunque también fue favorecida con la suspensión de la ejecución de la pena.
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